Crítica: ‘Ellas hablan’ es una película sensible que impacta por su vigencia Crítica: ‘Ellas hablan’ es una película sensible que impacta por su vigencia

Crítica: ‘Ellas hablan’ es una película sensible que impacta por su vigencia

Nominada al Oscar 2023, ‘Ellas hablan’ es una de las películas más originales, atrevidas y dolorosas de la premiación

Matheus Mans   |  
2 marzo, 2023 7:00 AM
- Actualizado 28 febrero, 2023 4:09 PM

Al comienzo de Ellas hablan (Women Talking), el público llega a la historia a ciegas. El escenario parece sacado de una película de época. ¿Siglo XVIII, tal vez? Después de todo, la ciudad en la que se desarrolla la película es bucólica y las mujeres que conversan en un granero visten ropa que data de hace bastantes décadas. El conflicto establecido por Sarah Polley, directora y guionista, también es difícil: han sido agredidas y ahora necesitan decidir qué hacer. ¿Se enfrentan a los hombres o se van? Esta es la discusión de la película, que llega a salas de cine este 2 de marzo.

Todas estas dudas que surgen rápidamente y se disipan lentamente son intencionales. Entramos en la historia después de que las agresiones han sucedido, pues esa violencia, hay que decirlo, ni siquiera merece ser fotografiada. Lo que Polley quiere mostrar es la reacción, la lucha. Estas mujeres, a pesar de ser privadas de la escritura, la lectura y su propia voz, han decidido poner fin a todo eso y están decidiendo qué camino seguir. Algunas son más reactivas, otras más racionales. Pero poco a poco, el escenario se va construyendo y la discusión, que recuerda a 12 hombres en pugna, se va resolviendo.

Ellas hablan: una película lenta, contemplativa y hermosa

Ellas hablan, como sugiere el título original (Women Talking), no tiene acción ni movimiento, sino pensamiento, conversación y reflexión. No entraré en detalles sobre la vida de Ona (Rooney Mara), Salome (Claire Foy), Mariche (Jessie Buckley) o Greta (Sheila McCarthy), ni exploraré las cuestiones que planteé anteriormente. La sorpresa de descubrirlo es parte de la experiencia, bastante dolorosa, hay que decirlo. Estas mujeres están resistiendo, pero el dolor del pasado las acompaña y deja una herida abierta, que parece cicatrizada solo en algunas de ellas.

Ellas hablan (Women Talking)
Ben Whishaw, Rooney Mara y Claire Foy forman parte del elenco coral de Ellas hablan (Crédito: Universal Pictures)

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La película, nominada al Oscar a Mejor Película e inspirada en hechos, es lenta, contemplativa y muy bella visualmente. Polley, junto con Luc Montpellier, director de fotografía, crea una estética casi estéril. Todo es muy gris, a veces exageradamente blanco, pero aún así muy oscuro. Después de todo, las personajes están hablando a la sombra, escondidas, tratando de decidir su futuro rápidamente mientras el opresor está afuera, resolviendo cosas de opresores y sin preocuparse de que la presa pueda estar pensando en escapar de esa situación de violencia sistémica. No puede ser una película de colores claros.

En esta estética, Polley ya trae mucho de su discurso. Dice mucho sobre estos personajes y versa sobre lo que es ser mujer a lo largo del tiempo. La confusión temporal, después de todo, no es casual: además de crear el choque cuando descubrimos el punto en el tiempo donde está situada la película, la película también provoca al espectador. Muestra cómo nosotros, del otro lado de la pantalla, vemos cómo esa historia podría ocurrir simplemente en cualquier momento (ayer, hoy o mañana). Es un sistema de supresión mecanizado, basado en mostrar cómo el siglo XVIII es ahora y puede seguir siéndolo mañana.

Las conversaciones entre mujeres, que se desarrollan en un sólo escenario, tienen algo de teatral: al igual que en La ballena, otra película con nominaciones al Oscar 2023, las situaciones llegan y se van. Quedamos atrapados en esas discusiones que nacen y mueren con relativa rapidez, pero que siempre rodean la cuestión de quedarse o partir. Toda la dialéctica del asunto es elegante y Polley se preocupa por nunca poner a estas mujeres unas contra otras, centrándose principalmente en la forma en que una misma idea es debatida, hasta que hay un consenso alrededor de ella.

El elenco es la gran fortaleza de Ellas hablan

En este ínterin, el elenco de Ellas hablan resulta ser uno de los mayores puntos destacados. Claire Foy (The Crown), Buckley (Pienso en el final) y Mara (Historia de fantasmas) son absolutamente lo más destacado, pero no son los únicos nombres que tienen buenos momentos en pantalla. Actrices como Judith Ivey (El abogado del diablo) y Sheila McCarthy (Duro de matar 2) también logran crear vínculos con el público. También hay que destacar a Frances McDormand (Tres anuncios por un crimen), que lo hace bien como siempre, pero aparece poco.

Y, por supuesto, aún está Ben Whishaw (Paddington) como August, el único hombre que aparece a lo largo de las casi dos horas de duración de la película. Es una anomalía en una sociedad tomada por la violencia.

El hecho es que este elenco logra, en pantalla y con pocos escenarios, hacer algo que no es sencillo: dar profundidad a la trama. Mientras los personajes no dejan que el discurso tome la delantera sobre lo que se dice entre mujeres, el texto acaba sufriendo un poco con esta amplia gama de actores en un escenario tan reducido. Hay momentos de brillantez para todos ellos, pero resulta difícil desarrollar la personalidad de cada uno. Y ahí es donde entra el brillo del elenco: con gestos, diálogos y puntuaciones corporales, logran demarcar mejor quiénes son, qué piensan y por qué están pasando.

Checa el tráiler de Ellas hablan (Women Talking):