‘Llaman a la puerta’: M. Night Shyamalan reflexiona sobre la fe y el fin del mundo ‘Llaman a la puerta’: M. Night Shyamalan reflexiona sobre la fe y el fin del mundo

‘Llaman a la puerta’: M. Night Shyamalan reflexiona sobre la fe y el fin del mundo

Discusiones existenciales, el fin del mundo por televisión y tensión minimalista: todo en el paquete de ‘Llaman a la puerta’

Matheus Mans   |  
2 febrero, 2023 2:51 PM
- Actualizado 29 junio, 2023 6:12 PM

El cineasta M. Night Shyamalan es una persona que disfruta dando de qué hablar. En los años 2000, por ejemplo, comentó sobre el miedo a lo desconocido (Señales), sobre el temor a un posible apocalipsis (El fin de los tiempos) y hasta sobre la creencia en algún ser exterior para dar rumbo a la humanidad (La dama en el agua). Ahora, con la pandemia hecha realidad, Shyamalan ha volteado su lente a temas como el envejecimiento (Viejos) y, ahora, el fin del mundo en Llaman a la puerta (Knock at the Cabin).

La película –en cines desde hoy, 2 de febrero– está basada en un libro de 2018 de Paul Tremblay. A pesar de haber sido publicado hace cinco años, no podría ser más actual: habla sobre una familia, formada por los padres Andrew (Ben Aldridge), Eric (Jonathan Groff) y su hija Wen (Kristen Cui), que están pasando unos días de vacaciones en una cabaña remota. Toda la tranquilidad desaparece, sin embargo, cuando un grupo de extraños, liderado por Leonard (Dave Bautista), llega a su puerta.

Llaman a la puerta
Dave Bautista es Leonard, uno de los personajes que invade la cabaña (Crédito: Universal Pictures)

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Luego de que irrumpen en la cabaña, la familia debe tomar una decisión: sacrificar a uno de ellos por la supervivencia del mundo o desatar el apocalipsis en el mundo. Sin embargo, cada vez que la familia rechaza sacrificar a uno de los suyos, igual se derrama sangre: uno de los cuatro integrantes de esta especie de secta es asesinado, ante todos, y una plaga es liberada en el mundo. Es ahí cuando las cosas se ponen interesantes, con los dos hombres tratando de comprender lo que está sucediendo. ¿Es todo un engaño? ¿O de verdad está sucediendo?

¿Cuál es el significado de Llaman a la puerta?

Filmada casi en su totalidad en un solo escenario (la cabaña, en este caso), la película es una historia de catástrofe del fin del mundo, pero minimalista. Olvida, por ahora, el caos histriónico de Roland Emmerich (Día de la independencia y Moonfall, por ejemplo). La historia aquí contada, tal como sucedió en todo el mundo durante la pandemia de COVID–19, sucede en un ambiente cerrado, único, enclaustrado. Los personajes se enteran del fin del mundo (¿o sería un hipotético apocalipsis?) gracias a la televisión, o por la ventana de la casa. Nunca es una amenaza cercana.

Es, así, un retrato muy diferente de lo que estamos acostumbrados sobre el fin del mundo, de la vida, de la humanidad. Shyamalan, en este retrato, se retrae, va a lo pequeño, mostrando el miedo al fin del mundo de una forma muy distinta.

Pero, más allá de ser una película sobre el fin del mundo, Llaman a la puerta consigue traer lo mejor del libro de Paul Tremblay: una reflexión metafísica sobre la fe, la existencia y la sociedad. Shyamalan toma prestado de esa historia, como lo hizo con la novela gráfica Sandcastle para Viejos, como una forma de comentar sobre lo que nuestra sociedad ha hecho de sí. Unos contra otros, sin creer realmente en lo que otros dicen ni en algo que nos mueva. Shyamalan nos provoca, nos lleva a pensar sobre nuestra existencia y, quién sabe, sobre el significado de estar aquí, vivos.

¿Es una buena película?

Aunque tenga buenas reflexiones, vale resaltar que Llaman a la puerta tiene sus problemas de ejecución. Aunque Shyamalan consigue producir tensión desde el minimalismo (algo dificilísimo), hay algunas cosas que se le escapan. Por momentos simplemente apuesta por una repetición de ideas (el primer sacrificio, por ejemplo, es impactante, pero pronto se vuelve redundante) y el final, como ya es normal en las películas del cineasta, va a despertar pasiones –algunos la van a adorar, otros la van a detestar–. Difícilmente habrá quien se quede en el medio, sin tomar partido.

A final de cuentas, Shyamalan. Un cineasta que, incluso usando material de terceros como base, sigue su saga de provocación,de sacar a todos de su zona de confort. Y, guste o no, sigue prosperando en su misión. En términos de actuación, casi todos están bien, destacando a Bautista (Guardianes de la Galaxia), Jonathan Groff (Hamilton), Ben Aldridge (Fleabag y la pequeña Kristen Cui. Todos ayudan a crear un ambiente de tensión, hacer todo aún más provocador y audaz. Es factible divertirse y, además, sentirse conectado con los personajes.

Llaman a la puerta
Kristen Cui es una de las agradables sorpresas de la película (Crédito: Universal Pictures)

En fin, Llaman a la puerta es otra película polémica de M. Night Shyamalan. A lo largo de las próximas semanas, quizás meses, la película será discutida y debatida. Algunos la amarán, otros la odiarán. El hecho es que el cineasta está, de nuevo, trayendo discusiones relevantes sobre el cine y, ahora, incluso planteando cuestiones existenciales. Es, también, una película con sus defectos, pero, incluso con su minimalismo, alcanza niveles que las típicas película-catástrofe no soñarían en alcanzar, ni gastando millones.

Y Shyamalan sigue, con críticas y elogios, haciendo lo que mejor sabe hacer: provocar.

Llaman a la puerta ya está en salas de cine. Para saber más de la película y comprar boletos, entra aquí.

Publicado originalmente en la edición brasileña de Filmelier News.