‘La masacre de Texas’: todo sobre el clásico de terror slasher ‘La masacre de Texas’: todo sobre el clásico de terror slasher

‘La masacre de Texas’: todo sobre el clásico de terror slasher

Filmada con un presupuesto mínimo, ‘La masacre de Texas’ (‘The Texas Chain Saw Massacre’) es una de las películas de terror más influyentes de la historia

Lalo Ortega   |  
30 enero, 2023 6:00 PM

“La película que estás por ver es un recuento de la tragedia que sucedió a un grupo de cinco jóvenes, sobre todo a Sally Hardesty y a su hermano inválido, Franklin”, lee el texto al inicio de La masacre de Texas (The Texas Chain Saw Massacre), ya un clásico fundacional del slasher, popular subgénero del cine de terror. “Los eventos de aquel día condujeron al descubrimiento de uno de los crímenes más bizarros en los anales de la historia de Estados Unidos”, concluye.

En ese texto inicial, narrado por la voz de John Larroquette, yace uno de los factores que hicieron de la película filmada por Tobe Hooper un suceso cuando se estrenó en 1974. Fue promocionada como una producción basada en hechos reales, aprovechando el morbo de la audiencia y, más profundamente, un clima político tenso durante aquella época.

Lo anterior es uno de los elementos que más generan fascinación alrededor de La masacre de Texas, incluso a casi cinco décadas de su estreno (la película se filmó en 1973). Pero no sólo eso: la producción que introdujo al mundo a Cara de cuero (más conocido como Leatherface) ha sido una de las más influyentes del terror, siendo un precursor de su popular subgénero, el slasher. Te hablamos sobre ello a continuación.

¿De qué trata La masacre de Texas?

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La masacre de Texas trata de un grupo de cinco jóvenes que emprenden un viaje a una zona rural en Texas, donde ha sucedido un macabro saqueo de tumbas. El abuelo de dos de los jóvenes, Sally Hardesty (Marilyn Burns) y su hermano Franklin (Paul A. Partain) fue enterrado ahí, así que deciden ir a investigar.

Después tienen un extraño encuentro con un perturbador autoestopista. Bajos de gasolina, deciden parar en la casa abandonada de los Hardesty en la zona. Entonces van a la casa de al lado a pedir ayuda, pero se encuentran con el violento Leatherface.

¿La masacre de Texas es una historia real?

La narración inicial de La masacre de Texas da para pensar que está basada en una historia que sí sucedió. Incluso los materiales promocionales de la época, como el póster, dan a entender que se trata de una recreación de hechos reales.

Póster de La masacre de Texas
La masacre de Texas fue promovida como basada en hechos (Crédito: Bryanston Distributing Company)

Sin embargo, esto no fue el caso. O por lo menos no del todo. Los acontecimientos como son representados en la película jamás sucedieron, pero el director y guionista Tobe Hooper ha declarado que una de sus influencias fue el caso de Ed Gein, alias “El carnicero de Plainfield”.

Durante los años 50, Gein cometió una serie de crímenes en su pueblo natal de Plainfield, Wisconsin. Entre ellos, la exhumación de diversos cadáveres para elaborar trofeos y recuerdos con piel y huesos humanos; además del asesinato de al menos dos mujeres.

La influencia en la película de Tobe Hooper es clara, pues hay adornos e instrumentos creados con huesos y piel de humanos en la casa de Leatherface. Los crímenes de Gein, cabe mencionar, también fueron inspiración para Psicosis (1960) y El silencio de los inocentes (1991).

El coguionista Kim Henkel también tomó inspiración de los asesinatos cometidos durante los 70 por Elmer Wayne Henley, un joven que buscaba víctimas para un hombre mayor, Dean Arnold Corll. De acuerdo con Henkel, le llamó la atención la “esquizofrenia moral” de ver que Henley, una vez atrapado, admitió los crímenes y dijo que “asumiría la responsabilidad como un hombre”, cualidad que intentó imprimir a los personajes de la película.

Más allá de eso, sin embargo, los acontecimientos de La masacre de Texas no sucedieron en la realidad.

Entonces, ¿por qué La masacre de Texas fue promovida como basada en hechos?

El comienzo de la película, que imita a los reportajes y documentales de la época, en realidad era una forma de desinformación intencional. Según Hooper, era una forma sutil de comentar sobre la desconfianza hacia la desinformación oficial de la época. Recordemos que fue la época en que se destapó Watergate y se protestaba por las masacres en la Guerra de Vietnam.

A esto hay que sumar la manera gráfica en que los medios de comunicación cubrían este último tema. Esta falta de empatía para retratar la realidad condujo a Hooper a la conclusión de que “la humanidad era el verdadero monstruo, sólo que con otra cara, así que puse una máscara literal al monstruo de mi película”.

Leatherface en La masacre de Texas
Ahí tienes la razón por la que Leatherface viste otro rostro, en sentido literal (Crédito: Synapse)

El significado de La masacre de Texas: retratos de la marginación

Sin embargo, la película tiene lecturas mucho más profundas. Si partimos del término de la “esquizofrenia”, entonces podemos ver en ella dos identidades que se enfrentan. En específico, dos identidades de un país, Estados Unidos, que entran en conflicto.

Spoilers a continuación.

Después de la narración inicial, que es seguida de la imagen mórbida de un monumento erigido en un cementerio con pedazos de cadáveres, vemos a nuestros jóvenes protagonistas. Viajan en una camioneta, hablan sobre astrología y sobre lo violenta que es la industria carnicera, con la que la familia de Sally y Hardesty tiene un pasado.

Son un claro contraste con los pobladores del pueblo rural de Texas al que viajan, lejos de todo. Granjeros alcoholizados, probablemente desempleados debido a la industrialización. Como dirá después el perturbador autoestopista (Edwin Neal), varios ganaderos se han quedado sin trabajo gracias a la introducción de las pistolas de perno, que facilitan sacrificar el ganado.

La masacre de Texas presenta, pues, la tensión entre dos Estados Unidos: el país de los jóvenes cosmopolitas y progresistas, y el de los marginados, olvidados por la civilización y ese mismo progreso, y que sólo quiere sus trabajos de vuelta.

La masacre de Texas
Como Sally Marilyn Burns es una de las final girls más icónicas (Crédito: Synapse)

Texas, un paisaje inmortalizado y mitificado por el wéstern, y que durante los 60 y 70 fue el corazón occidental de la carrera espacial; era aquí el escenario de la decadencia. Un aspecto exacerbado por la dirección de Hooper, quien filma con un realismo reservado a los documentales.

Sin embargo, en esta tensión esquizofrénica de identidades americanas, el director toma partido. Una mitad de los Estados Unidos de Richard Nixon persigue a la otra, motosierra en mano, vistiendo los rostros de sus conciudadanos. Está claro quiénes son los malos, como dice el libro Cine de terror de Paul Duncan y Jürgen Müller:

“[…] no hay monstruos ni seres sobrenaturales, sino personas que se convierten en asesinos a sangre fría, Aun cuando Cara de cuero [Leatherface] puede considerarse uno de los matarifes más célebres del celuloide, el peor monstruo de esta película es, en un sentido metafórico, la familia norteamericana. Tanto la vivienda de los abuelos de Sally como la de los vecinos son casas embrujadas llenas de habitaciones prohibidas en las que no se puede entrar. Al igual que en los cuentos, la infracción involuntaria de ciertas normas tiene como consecuencia la muerte o sádicos padecimientos, torturas que a menudo evocan recuerdos de la indefensión y las exasperantes burlas sufridas en la infancia o la adolescencia”.

Y, quizá, ninguna escena de La masacre de Texas lo ilustra mejor que su clímax: la “cena” en la que Sally es forzada a sentarse con la “familia” completa de sus victimarios. Cada uno de los miembros –incluido Leatherface, quien viste un rostro de mujer “maquillado”– parodian los roles de una típica familia estadounidense, un ideal que ha caído en una profunda perversión de sí mismo.

La masacre de Texas
La secuencia de la cena es una de las más significativas de la película (Crédito: Synapse)

El impacto y legado de La masacre de Texas

Producida con un presupuesto minúsculo de entre 80 y 140 mil dólares, La masacre de Texas ha recaudado, a lo largo del tiempo, un estimado de 30 millones de dólares en taquilla (según Box Office Mojo). Con ello, se une a un selecto club de películas de terror independientes que han sido enormes éxitos, como La noche de los muertos vivientes de George A. Romero o Halloween de John Carpenter.

La película dio paso a una serie de secuelas, precuelas y reboots, generalmente de muy baja calidad (incluyendo la versión de La masacre de Texas de 2022, estrenada por Netflix, que funciona como “recuela”).

En realidad, el verdadero impacto y legado de La masacre de Texas está más allá de su propia franquicia. La película de Tobe Hooper estableció varias influencias para películas de terror posteriores. En primer lugar, es un gran ejemplo de cómo el terror puede funcionar en términos metafóricos para comentar sobre cuestiones sociales, políticas o psicológicas en el cine (algo que contemporáneamente se conoce como “terror elevado”).

En ese sentido, la película es muy sutil. Algo curioso es que, a pesar de la violencia implícita de su temática, prácticamente no vemos sangre ni mutilaciones explícitas en todo el metraje. El verdadero terror de todo el asunto no está en esa violencia gráfica, sino en la amenaza de un “otro” cuyos actos y motivaciones somos incapaces de comprender.

Por otro lado, La masacre de Texas estableció varias de las convenciones del slasher comercial estadounidense. Entre ellos, temas recurrentes como la final girl y la representación de un mal anónimo y abstracto en una figura silenciosa, anónima. En la genealogía de los villanos del terror, Leatherface es el padre de Michael Myers y el abuelo de Jason Voorhees.

Jason Voorhees y Michael Myers
Los íconos del slasher se deben a Leatherface (Créditos: Paramount Pictures / Compass International Pictures)

Al mismo tiempo, se trata de una película que ha puesto en marcha una búsqueda estética de cinco décadas para expandir los límites del subgénero.

Hoy podemos hablar de la metatextualidad de películas como Scream, la fantasía de los bucles temporales de Feliz día de tu muerte, la parodia centennial de Muerte Muerte Muerte o los comentarios sociales y políticos de propuestas como La noche de la expiación (The Purge), la nueva Candyman o la reciente recuela de Halloween.

O también están quienes adoptan la vía contraria y, en vez de la sustancia en el guión, abrazan la violencia cometida por los asesinos para llevarla a sus últimas consecuencias. Podemos hablar de Saw: juego macabro por citar un ejemplo, o los extremos radicales alcanzados por Terrifier y su secuela.

En todo caso, La masacre de Texas es una de las películas de terror más influyentes de la historia, que incluso es referenciada de maneras más superficiales. Con una perspectiva más anclada en la explotación, La casa de los 1000 cuerpos de Rob Zombie retoma muchos elementos de la película de Hooper. Más recientemente X, de Ti West, recicla una narrativa similar para comentar sobre la sociedad del espectáculo y la búsqueda de fama.

Todo lo anterior habla de su profundo impacto y legado en el cine, no sólo de terror. Escribió el crítico Bill Nichols que “alcanza la fuerza del auténtico arte, es profundamente perturbadora, intensamente personal y, al mismo tiempo, mucho más que personal”. La clase de película de terror que, para bien y mal, difícilmente se volverá a repetir.

Checa el tráiler de La masacre de Texas

¿Dónde ver La masacre de Texas?

Actualmente, La masacre de Texas está disponible para ver en Prime Video. Encuentra el enlace directo a la película y más información sobre ella en este enlace.