Crítica de ‘Renfield’: buenas intenciones Crítica de ‘Renfield’: buenas intenciones

Crítica de ‘Renfield’: buenas intenciones

‘Renfield: asistente de vampiro’ tiene una divertida premisa que se diluye por su deseo de ser demasiadas cosas a la vez. Aquí la crítica.

Lalo Ortega   |  
27 abril, 2023 1:51 PM
- Actualizado 2 mayo, 2023 11:08 AM

Drácula es, quizá, el monstruo cinematográfico por excelencia. Monolítico en tan nivel que ha sido representado de infinidad de formas y versiones en pantalla, y ha opacado muchos otros aspectos de su mito. Es por ello que la premisa de Renfield: asistente de vampiro –en salas de cine desde hoy, 27 de abril– resulta refrescante de inmediato.

La idea de ver al sirviente del vampiro intentando abandonar la viciada relación codependiente con su amo, llamó la atención desde el anuncio de la producción –con Nicolas Cage en el rol del villano, ni más ni menos. No por nada la película se convirtió en una de las más esperadas de 2023 en el género de terror.

Con dirección de Chris McKay (Lego Batman: la película) y guión de Ryan Ridley (Rick y Morty), Renfield parecía tenerlo todo para ser una bomba de comedia. Sin embargo, la ejecución lleva la historia en demasiadas direcciones a la vez, lo que diluye el poder de una premisa que, lamentablemente, tampoco parecía dar para mucho.

Ecos de los clásicos

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El aspecto más divertido de Renfield, al menos en un comienzo, es que toma los elementos más populares del mito de Drácula, y los lleva en las direcciones más alocadas y violentas en una historia situada en el siglo XXI.

El prólogo de la película –replicando el estilo de la clásica Drácula con Bela Lugosi– nos explica lo que ya conocemos sobre el personaje: que R. M. Renfield (Nicholas Hoult) es seducido por el Conde Drácula y, al convertirse en su familiar, se ve obligado a servirle. ¿Pero qué tanto puede durar eso?

Nicolas Cage en Renfield
Nicolas Cage es, de lejos, lo mejor de la película (Crédito: Universal Pictures)

Décadas más tarde, ya en nuestra época, los excesos de Drácula han condenado al par a refugiarse en un hotel abandonado y de mala muerte. Para recuperar sus fuerzas, el vampiro depende por completo de su sirviente para encontrar presas inocentes, cuya sangre lo ayudará a recobrar sus fuerzas.

Sin embargo, en esa búsqueda, Renfield cruza caminos con Rebecca Quincy (Awkwafina), una policía de tránsito que quiere hacer su parte para frenar al crimen en su ciudad. Al encontrar esta oportunidad de hacer el bien y con la influencia de un grupo de apoyo, el sirviente de Drácula comienza a tomar medidas para abandonar a su amo, cosa que se dice fácil.

Hasta ahí, todo bien: el camino de Renfield hacia la redención, bien delineado por el guión, brinda momentos muy graciosos, con Nicholas Hoult dotando al personaje esta cualidad tímida y sumisa pero bienintencionada –un contrapunto maravilloso para la actuación exquisitamente “cageiana” de su coestrella, Nicolas Cage.

Dicho esto, la mayoría de esos momentos pueden encontrarse en el tráiler. El resto del metraje es abarcado por los intentos de esta producción por ser algo más: una película de superhéroes.

Desvaríos de superhéroe

Otro elemento abrazado por Renfield es la violencia extrema para fines cómicos. Vemos cuerpos explotar, cabezas rodar y extremidades volar con un descaro que haría sonrojar al Drácula de Francis Ford Coppola.

El recurso acaba diluyéndose, sin embargo, en la segunda subtrama de la película: al encontrar bondad en sí mismo por la compasión hacia sus compañeros del grupo de apoyo, Renfield se convierte en una especie de justiciero. En vez de ir por la ciudad atrapando víctimas inocentes para Drácula, pasa las noches ajusticiando a quienes abusan de sus compañeros.

Esto acaba escalando cuando conoce a la oficial Quincy y se involucra en su lucha contra la corrupción policial y la mafia más poderosa de la ciudad. Se desarrolla entonces toda una historia que incluye a la hermana de Quincy en el FBI y a la mafia aliándose con Drácula.

Renfield
La acción en Renfield cansa bastante rápido (Crédito: Universal Pictures)

El resultado es que, por un lado, Renfield intenta ser una comedia de terror –la faceta en la que más tiene éxito. Por otro lado, también quiere mezclar elementos de un thriller criminal con secuencias de acción violentas, al puro estilo de una película de superhéroes para adultos.

Sólo que (y más allá de errores básicos y desconcertantes de edición, coreografía y manejo del espacio en estas secuencias de combate) el guión desvaría en su segunda faceta. La premisa de un sirviente tratando de escapar de su amo se diluye y, pesar de que su metraje apenas supera la hora y media, acaba por sentirse cansado, inflado por secuencias de acción que no son especialmente memorables.

En conclusión, Renfield desaprovecha su potencial para ser realmente genial por su crisis de identidad. Pero hay cosas disfrutables en ella para los fans de Drácula, de los monstruos clásicos de Universal y, sobre todo, de las delirantes actuaciones de Nicolas Cage.

¿De qué se trata Renfield?

Checa la sinopsis oficial de Universal Pictures:

“Renfield se ve obligado a procurar la presa de su amo, Drácula, y cumplir todas sus órdenes, sin importar cuán retorcidas sean. Pero ahora, después de siglos de servirle, Renfield está listo para comprobar si hay vida fuera de la sombra del Príncipe de las Tinieblas. Si tan solo pudiera descubrir cómo terminar con su codependencia”.

Checa el tráiler subtitulado de Renfield:

Renfield: asistente de vampiro ya está en salas de cine de México. Para saber más de la película y comprar boletos, entra aquí.