No fue técnicamente la primera película de los Monstruos Clásicos de Universal, pero sin duda es uno de sus estandartes. ‘Drácula’ fue la primera adaptación de la novela homónima de Bram Stoker en el cine sonoro, y resultó tan comercialmente exitosa como icónica, al grado de que ha hecho un ícono de Bela Lugosi y su Conde Drácula, el modelo a seguir (o con el cual romper) para todas las futuras adaptaciones.
En el mismo año que Béla Lugosi encarnó al Conde Drácula en pantalla, Boris Karloff protagonizó ‘Frankenstein’, en el rol del legendario monstruo. En todo sentido, esta película es para la novela de Mary Shelley lo que ‘Drácula’ es para la de Bram Stoker: una adaptación que diverge de su fuente considerablemente, pero cuya popularidad la ha llevado a superarla como la referencia inmediata cuando se habla del doctor Henry Frankenstein y su creación.
Tan icónico como el monstruo de Boris Karloff, es su pareja, interpretada por Elsa Lanchester. ‘La novia de Frankenstein’ se inspira también en la novela de Shelley, pero inventa una historia completamente nueva cuyo resultado no es solamente una digna secuela, sino una película con una personalidad propia que, con el tiempo, incluso se ha vuelto símbolo queer.
Aunque sin duda menos recordada que sus compañeras en esta lista –nunca tuvo una secuela propiamente dicha–, ‘La momia’ brindó a Boris Karloff otra gran oportunidad de brillar como un monstruoso antagonista. En este caso se trata de Imhotep, un sacerdote momificado y mágicamente resucitado por accidente en 1921, por lo que decide partir en busca de su amada, reencarnada en el mundo moderno.
Incluso si no es la película más recordada de esta lista, sin duda es la más impresionante visualmente, y no es para menos. ‘El hombre invisible’ fue, para su tiempo, un impresionante logro en efectos especiales, y lograron hacer de Claude Rains un peligroso asesino auténticamente invisible.