‘El proyecto Adam’: cuando la ciencia ficción es sólo el pretexto para decir “te amo” ‘El proyecto Adam’: cuando la ciencia ficción es sólo el pretexto para decir “te amo”

‘El proyecto Adam’: cuando la ciencia ficción es sólo el pretexto para decir “te amo”

‘El proyecto Adam’, de Netflix, no entrega una historia realmente emocionante, pero lo compensa con su trama de puro corazón.

11 marzo, 2022 11:10 AM
- Actualizado 18 marzo, 2022 9:53 AM

Quien ha perdido a un ser querido –padre, madre, hermana, abuelos, amigos, marido, esposa…– entiende que ese puede ser un sentimiento devastador. Muchas veces, viene acompañado de arrepentimiento. ¿Le demostré todo mi amor? ¿Fui justo con esa persona? ¿Será que sólo la valoré después de perderla? ¿Qué haría si tuviera una segunda oportunidad?

El proyecto Adam (The Adam Project), película que llega este 11 de marzo con exclusividad a Netflix, trata exactamente de eso. Y sí, puede que el marketing del gigante del streaming nos lo haya vendido como una gran producción de acción y ciencia ficción, con un elenco de grandes nombres conformado por Ryan Reynolds (Deadpool), Zoe Saldaña (Guardianes de la Galaxia), Mark Ruffalo (Avengers: Endgame) y Jennifer Garner (¡Hoy sí!).

Sin embargo, el director Shawn Levy (de Free Guy: Tomando el control) usa todo eso como un pretexto para contar otra historia. Una mucho más identificable.

El proyecto Adam
Ryan Reynolds, Mark Ruffalo y Walker Scobell en El proyecto Adam (Crédito: Netflix)

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Claro, usar asuntos de ese tipo como pretexto para empaquetar tramas más emotivas, es una decisión consciente en diversas producciones. Un ejemplo de ello es Volver al futuro, el clásico ochentero de Robert Zemeckis que usa precisamente la relación de un hijo con sus padres como uno de los hilos conductores del relato.

En el caso de El proyecto Adam, Levy y los guionistas Jonathan Trooper, T.S. Nowlin, Jennifer Flackett y Mark Levin se inclinan hacia ese lado emotivo. En la historia, Reynolds es Adam, un piloto del año 2050 que roba un jet capaz de viajar en el tiempo, todo para ir al pasado y evitar la muerte de su amada (Saldaña) en 2018. Sin embargo, es alcanzado durante su escape del futuro, y acaba cayendo en 2022.

En nuestro año, Adam se encuentra con la versión joven de sí mismo (Walker Scobell), que aún lidia con la muerte reciente de su padre. Entonces es enfrentado una vez más con el dolor de esa pérdida, con el peso de su relación conflictiva con su madre, y del bullying que sufría en la escuela.

A partir de ahí, toda la ciencia ficción de la película se convierte en contexto secundario para la trama. En la práctica, lo que tenemos es a un hombre obligado a reconciliarse consigo mismo, con lo que vivió y con lo que se ha convertido.

Levy ha estado caracterizando su filmografía por presentar historias emotivas para la pantalla grande, muchas veces abordando el contexto familiar y de las relaciones de afecto. En mayor o menor medida, eso también se ve en Gigantes de Acero, Más barato por docena y Free Guy, para quedarnos sólo con tres ejemplos de su filmografía.

Sin embargo, no se comparan con la belleza de lo que el director trajo a El proyecto Adam. La interacción entre los dos Adams, las discusiones sobre cómo ambos llevan sus vidas, funciona como una reflexión para nosotros mismos mientras la vemos. Entonces la angustia de la madre (Garner), que todavía siente el vacío dejado por su esposo y la dificultad de criar a un hijo adolescente, pega fuerte en cada escena.

El proyecto Adam: Crítica
Ryan Reynolds y Jennifer Garner en la escena más emotiva de El proyecto Adam (Crédito: Netflix)

Sin hacer spoiler, esto culmina cuando la versión mayor de Adam finalmente se encuentra frente a frente con su madre. Es imposible, como hijos, no conmoverse con aquel hombre adulto que, en el fondo, sigue siendo un niño arrepentido. Lo mismo aplica para cualquier madre, que sin duda se pondrá en los zapatos del personaje de Garner.

Todo eso se vuelve más bello no sólo por la conmovedora interpretación de Garner, sino también por el trabajo del pequeño Walker Scobell. Si Reynolds ya se ha vuelto notable por interpretar versiones diferentes del mismo personaje (su Adam ya suena como Deadpool o Guy, con algunas variaciones), el adolescente consigue entrar en la mente de su compañero de escena, transmitir sus manierismos, cadencia al hablar y mucho más.

Incuso si no son muy parecidos físicamente, la actuación de Scobell es lo que nos hace creer que son la misma persona, con algunas décadas de diferencia.

¿Y la ciencia ficción en El proyecto Adam? ¿Y la acción?

Dicho todo lo anterior, hay que decir: El proyecto Adam, como película de acción y ciencia ficción en estricto sentido, es floja.

La trama es simplista, no sustenta la motivación de los personajes, se apoya bastante en clichés, su pseudociencia no convence, y fracasa en entregar un desarrollo que realmente sorprenda, o que mínimamente atrape, al espectador. Después de la primera hora, se ve venir exactamente lo que sucederá después.

Incluso la cuestión del viaje en el tiempo, que es el principal gancho de la trama, es explorada de forma muy superficial.

Tampoco hay muchas escenas de acción buenas –en ciertos momentos, llegan incluso a recordar los combates entre los Power Rangers y esos personajes de arcilla genéricos–. En ningún momento parece que estemos viendo una batalla de vida o muerte, de la que dependa el futuro del mundo.

Es decir, que resulta difícil comprender qué tan malo es ese futuro del que vino Adam.

Crítica: El proyecto Adam
La acción no es el fuerte, ni el enfoque, de El proyecto Adam (Crédito: Netflix)

Confieso que, al llegar los créditos, todo eso resultó incómodo. A final de cuentas, el público fue llamado por Netflix para ver una nueva Free Guy: un largometraje de acción que nos presentara con reflexiones pero que, principalmente, nos divirtiera.

“Para ser honesto, el hecho es que Ryan y yo dejamos claro que queríamos hacer una ciencia ficción emotiva. Una ciencia ficción que no fuese primeramente cerebral, sino emocional”, esclareció Shawn Levy en una entrevista con The Wrap. “[Hicimos eso] simplificando las reglas del viaje en el tiempo y la exposición de ésta al mínimo posible, para que quedara en el segundo plano, un respaldo para la historia emocional”.

La acción y la ciencia ficción nunca fueron los objetivos reales de El proyecto Adam. Todo es sólo el pretexto para hacernos voltear hacia quienes llamamos familia y decir “gracias por todo. Te amo”.

Si quieres saber más sobre El proyecto Adam, ver el tráiler y encontrar el enlace directo para ver la película, entra aquí.

Publicado originalmente en la edición brasileña de Filmelier News.