El gran cuento de los osos es una de las producciones de animación más bellas –e infravaloradas– del siglo XXI, adaptada del libro infantil homónimo de Dino Buzzati. La trama sigue a un rey oso que, al perder a su hijo, lidera una invasión a Sicilia, el reino de los humanos, para encontrarlo. Se trata de un relato sencillo, con una animación que aprovecha sus recursos más limitados con oportunidades de ingenio visual, con resultados muy bellos y divertidos. Una gran opción tanto para ver en familia como para cualquier persona que disfrute de la animación.
Astro Kid (Terra Willy: Planète inconnue) es una animación para entretener a niños y adultos, que evoca mensajes positivos sobre la familia, la amistad y, sobre todo, muestra que hay un mundo hermoso más allá de los aparatos tecnológicos, con muchos colores y diversión en las actividades al aire libre. El estilo de animación no tiene nada que envidiar a los de Sony Pictures Animation (de Lluvia de hamburguesas), Blue Sky (La Era de Hielo) e incluso Pixar (con Un gran dinosaurio como referencia principal). El ambiente es inocente y agradable, cerrando el hermoso conjunto del largometraje.
Ernest y Célestine es una bellísima comedia de animación francesa, basada en la serie de libros de la ilustradora y escritora belga Gabrielle Vincent. La trama sigue la amistad improbable entre la ratoncita Célestine y el incomprendido oso Ernest, quienes se rebelan ante lo que se cree y se espera de ellos, aunque iniciando una vida de crimen. Por medio de una bellísima dirección de arte en estilo acuarela, la película presenta una historia sobre aceptación y sobre trascender los prejuicios, con mucha más originalidad y corazón que muchas otras propuestas contemporáneas.
Flow es, sencillamente, una de las películas más bellas de 2024 en términos tanto visuales como narrativos, y una de las animaciones más interesantes –y premiadas del año– por diversos motivos. Se trata de una producción letona que narra la lucha de un gatito por sobrevivir en un mundo misteriosamente inundado, aprendiendo a convivir con animales de otras especies a bordo de una barca. Simple, pero narrada de forma efectiva con puras imágenes, sin diálogos, consiguiendo una expresividad casi naturalista en los animales y una emotividad engañosa para su premisa tan básica, que se enfoca más en evocar compasión que en explicar sus misterios. Además, en términos de la industria de la animación, puede ser un parteaguas: fue realizada totalmente con el software open source Blender, lo que abre la puerta para que animadores independientes consigan realizar cine de animación de forma innovadora y sin las prohibiciones que representan otros costosos estándares de la industria.




