Súper Cool (Superbad) es una de las comedias adolescentes que mejor representa los años 2000 (junto con Chicas pesadas). La película ya es un clásico, y ha marcado a toda una generación de millennials con su humor irreverente y sus enredadas desventuras. La narrativa no es ninguna novedad: jóvenes queriendo ser jóvenes y aprovechar la vida antes del fin de la preparatoria, recordando a American Pie, por ejemplo. El triunfo de Súper Cool se debe a su carisma instantáneo, que atrae y se interesa en muchos más aspectos, sin requerir esconderse detrás de bromas sexuales, por lo que ha envejecido bien. La película captura el espíritu de juventud de su época y lo expresa de manera auténtica y cautivadora, con un núcleo bien anclado en el lazo de amistad entre sus dos personajes principales, muy bien interpretados por Jonah Hill y Michael Cera, que establecen una dinámica sincera y excepcional, transmitiendo la energía de adolescentes inadaptados que sólo quieren ser ellos mismos, sin preocuparse por las presiones de la vida social escolar. Una “comfort movie” definitiva, y un gran exponente de las comedias exageradas.
Un chofer en apuros(Amateur Night) es una comedia irreverente que gana un atractivo especial al saber que está basada en la increíble historia real de sus propios directores, Lisa Addario y Joe Syracuse. Jason Biggs (American Pie) regresa a su estilo clásico interpretando a un futuro padre que, desesperado por dinero, acepta un trabajo como chofer de trabajadoras sexuales sin saberlo. La película destaca por ver a Ashley Tisdale (High School Musical) rompiendo completamente su imagen de chica Disney junto a Janet Montgomery (New Amsterdam). Vale la pena verla por la curiosa dinámica del elenco, que incluye a la esposa real de Biggs, Jenny Mollen, y por su mirada honesta y disparatada sobre los extremos a los que se llega para mantener a una familia. Checa más películas como esta.



