Daisy Ridley: la “desconocida” de ‘Star Wars’ que hoy es productora

La mayoría del público cinéfilo del mundo escuchó el nombre de Daisy Ridley por primera vez cuando se anunció que sería la protagonista de la nueva trilogía de Star Wars, una de las franquicias mediáticas más grandes en la historia de la humanidad. Por entonces, y todavía hasta el estreno de la primera entrega (El despertar de la Fuerza), medios especializados se referían a ella como una “completa desconocida” que heredaba el legado millonario de Luke, Leia y Han.

Podía sonar despectivo, pero tampoco era incorrecto. En la primera fotografía oficial del elenco en plena lectura de guión, la joven Ridley de 22 años se sentaba entre Harrison Ford y Carrie Fisher, en una sala compartida con Max von Sydow, Mark Hamill y otros nombres ungidos como leyendas por George Lucas (como Anthony Daniels), además de actores más jóvenes pero experimentados como Adam Driver y Oscar Isaac. Incluso su compañero de reparto con trayectoria más modesta, John Boyega, tenía más “tiempo de vuelo” a su nombre.

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Casi una década después de ser elegida para el papel que cambiaría su vida –y con varias polémicas por un fandom irracional de por medio–, Daisy Ridley ha desafiado las expectativas de cargar en los hombros algo como Star Wars, una franquicia que suele encasillar a sus protagonistas al punto de opacar el resto de su trabajo (lo sentimos, Hayden, Mark).

Hoy, además de actriz diversa, Ridley está probando las aguas de la producción cinematográfica. A juzgar por la respuesta a A veces pienso en desaparecer (Sometimes I Think About Dying), parece que empezó con el pie derecho.

La trayectoria de Daisy Ridley

Primeros papeles

Daisy Ridley comenzó su carrera con pequeños roles televisivos, en episodios únicos en series británicas como el drama médico Casualty y las comedias Toast of London y Youngers. Todos en 2013, el año antes de anunciarse su protagónico en Star Wars.

Sus primeros papeles en el cine fueron, en realidad, en cortometrajes estudiantiles. Uno de ellos fue el thriller Blue Season, presentado en el festival Sci-Fi London como parte de un reto para hacer cortometrajes en 48 horas.

Durante 2013 y 2014, Ridley protagonizó otros cortometrajes y roles televisivos de bajo perfil. Interpretó a una mesera en el cortometraje Under, y tuvo un cameo en los créditos de una película de terror titulada Silencio del más allá (The Quiet Ones), como una de las personas “reales” en que supuestamente se basaba la producción.

Es decir: sí, el caso de Daisy Ridley es el ejemplo perfecto de convertirse en estrella de la noche a la mañana.

“No eres nadie”: el nuevo rostro de Star Wars

¿Por qué elegir a una “total desconocida” para encabezar la saga de fantasía más grande del cine? De acuerdo al director y productor de la película inaugural de la nueva trilogía, J.J. Abrams, fue una decisión deliberada.

“Es algo que recuerdo que amé de la trilogía original: no haber visto a estas personas antes”, dijo el cineasta a Elle en 2015. “Para nuestros objetivos, era emocionante pero también aterrador porque sabíamos que habría cierto nivel de escrutinio y expectativas sobre quiénes serían estas personas. Así que debían ser actores que el público pudiera descubrir como personajes, no como actores que ya habían visto en otros lados. Idealmente, tenían que ser personas como Daisy: un tanto experimentadas, pero novatas en términos generales”.

Y así, la novata Daisy Ridley se convirtió en Rey, la nueva y misteriosa heroína de la saga creada por George Lucas, ahora en manos de Disney. Star Wars: El despertar de la Fuerza se convirtió en la tercera película más taquillera de la historia en su momento, catapultando a la actriz y sus compañeros de elenco al estrellato internacional.

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Vendrían dos entregas más de la trilogía. Pero antes de sus respectivas polémicas, comenzaron a abrirse puertas. La actriz prestaría su voz para doblar el estreno tardío en Occidente de Recuerdos del ayer, clásico de Studio Ghibli dirigido por Isao Takahata. También narró el documental La cazadora de águilas, de 2016, en el que recibió su primer crédito como productora ejecutiva.

En su mayoría, los años siguientes serían definidos por Star Wars, para bien y para mal. La segunda entrega de la trilogía, Los últimos Jedi, dividió a los fans y a la crítica por igual. Escrita y dirigida por Ryan Johnson (hoy querido por el whodunit Entre navajas y secretos), la película llevó las convenciones y expectativas de la lejana galaxia hasta sus límites.

De pronto, la noción binaria del bien y el mal, el Lado Luminoso y el Lado Oscuro de la Fuerza, fue desafiada. Contrario al canon de la saga hasta ese punto, no había un gran destino para un protagonista del linaje Skywalker. Como la propia Ridley, Los últimos Jedi estableció la idea de que Rey no era “nadie” importante. Al mismo tiempo, esto significaba que cualquiera podía ser un héroe.

Lucasfilm se retractaría con el final de la trilogía, regresando a J.J. Abrams como director y estableciendo al personaje de Daisy Ridley (spoilers) como una descendiente del Emperador Palpatine. Al final de El ascenso de Skywalker, la heroína rechaza el pasado oscuro de su familia y hace suyo el apellido de sus maestros, convirtiéndose en Rey Skywalker.

A pesar de la respuesta mixta a la conclusión de la trilogía, Ridley volverá a interpretar a Rey. Lucasfilm ha confirmado una nueva trilogía de Star Wars, que se enfocará en la nueva Skywalker reconstruyendo la Orden Jedi.

No todo fue Star Wars en este periodo, sin embargo. Daisy Ridley también tuvo un rol crucial –y muy distinto– en Asesinato en el Expreso de Oriente, primera en la serie de películas de Hercule Poirot protagonizadas por Kenneth Branagh, donde se codeó con artistas del calibre de Judi Dench, Willem Dafoe, Penélope Cruz y Olivia Colman, entre otros. También conoció a Tom Bateman, quien eventualmente se convertiría en su esposo.

Después vendría su protagónico en Ofelia, una interpretación feminista de Hamlet desde la óptica de la mujer titular. No fue tan bien recibida, pero compartió créditos con Naomi Watts y Clive Owen.

El ascenso de Daisy Ridley, productora

La experiencia de Ridley bajo los reflectores mundiales no fue enteramente grata. Después de publicar un mensaje en contra de la violencia por armas de fuego en los Estados Unidos, fue acosada al grado de decidir abandonar las redes sociales en 2016 (eventualmente decidió volver en 2022).

Desde entonces, y a pesar de que se ha mantenido activa, la actriz inglesa ha optado por mantener un perfil más discreto y controlado. Desde la última Star Wars, sus roles en el cine han sido contados: narró el documental Asteroid Hunters, tuvo un cameo en la comedia La burbuja de Judd Apatow, y protagonizó la adaptación de la novela de Patrick Ness, Caos: el inicio (Chaos Walking), junto a Tom Holland y Mads Mikkelsen, aunque ante una respuesta tibia.

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Las adaptaciones de novelas no parecen haberle funcionado tan bien en últimos años. También protagonizó La hija del pantano, junto a Ben Mendelsohn, que no fue tan bien recibida. Lo que podría explicar por qué ha tomado un rol más activo detrás de cámaras con sus películas más recientes.

A veces pienso en desaparecer, primera película de Daisy Ridley como productora

Definida como una comedia romántica con elementos surrealistas, A veces pienso en desaparecer (Sometimes I Think About Dying) es la primera película en la que Daisy Ridley funge como productora.

Basada en la obra Killers de Kevin Armento y dirigida por Rachel Lambert (In the Radiant City), la película trata sobre una joven mujer, Fran (Ridley), quien lleva una vida mundana, conformista y desmotivada, imaginando cómo sería su propia muerte. Todo cambia cuando llega un nuevo compañero (Dave Merheje) a su trabajo de oficina. Se enamoran, pero lo único que se interpone en el camino hacia una conexión profunda, es ella misma.

A veces pienso en desaparecer se estrenó en el Festival de Sundance de 2023, donde recibió excelentes críticas. Kevin Maher, crítico de The Times, escribió: “Se trata sobre la lucha de Fran para encontrar un rol social apropiado, y sobre Ridley encarando el desafío de su carrera hasta ahora. Lo hace ver fácil”.

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El futuro: actriz y productora

En 2024, veremos el regreso de Daisy Ridley a la televisión –y al mundo de Agatha Christie– con la serie The Christie Affair, adaptación de la novela de Nina de Gramont, a su vez basada en la escandalosa desaparición de Christie en 1926. La actriz también fungirá como productora ejecutiva.

Sus próximos proyectos son, de algún modo, cercanos a ella. Protagonizó la película Magpie, producida también por ella y escrita por su esposo, Tom Bateman, a partir de una historia concebida por la actriz. La película se estrenó en SXSW en 2024, ante una respuesta mixta.

La siguiente película de Daisy Ridley, en la que también tiene crédito de productora ejecutiva, podría ser su más grande producción desde Star Wars. Se trata de Young Woman and the Sea, coproducción de Jerry Bruckheimer (Top Gun: Maverick) y Disney sobre la vida y hazaña de Gertrude “Trudy” Ederle, campeona olímpica que, en 1926, se convirtió en la primera mujer que cruzó nadando el Canal de la Mancha.

Con otro par de largometrajes en posproducción, el futuro de Daisy Ridley será, sin duda, ocupado. Pero ha pasado ya una década desde el casting que cambió su destino, disparando a una “completa desconocida” al estrellato mundial y, sobre todo, a nuevos papeles que lucen interesantes.

Ya el tiempo dirá si su trayectoria se parecerá más a las de, por ejemplo, Natalie Portman, Ewan McGregor o Harrison Ford, que lograron escapar del encasillamiento de los papeles que los convirtieron en estrellas. Pero, mientras tanto, el panorama es prometedor.