Las verdades (nada) secretas del Oscar Las verdades (nada) secretas del Oscar

Las verdades (nada) secretas del Oscar

Hay desde acusaciones hasta teorías de conspiración contra los Oscar. ¿Pero cuánto de ello es verdad?

24 marzo, 2022 10:06 AM
- Actualizado 31 marzo, 2022 11:10 AM

Cenas, fiestas, pedidos de votos, estrenos adelantados y hasta sobornos millonarios. ¿Hasta dónde va el juego por la victoria en los Premios de la Academia? Aquí vamos a hablar de algunos de esos secretos nada secretos del Oscar.

No es como que las reglas de la más grande premiación del cine mundial sean desconocidas. Como ya has leído aquí en Filmelier, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMPAS, por sus siglas en inglés) es muy transparente y ha abierto al público los pasos para ser nominado y premiado con una estatuilla. Aún así, existen diversos mecanismos y complejidades dentro de la premiación, que son explorados por los estudios y productores.

Nada que sea en contra de algún reglamento o que sea hecho a escondidas, pero muchas veces son desconocidos para el gran público, lo que alimenta las teorías de conspiración –y de lo que hablaremos ahora–.

Hollywood
El famoso letrero de Hollywood, la marca de un barrio que se tornó sinónimo con la industria cinematográfica en Estados Unidos (crédito: Flickr / Gnaphron)

El punto clave del Oscar es que la ceremonia es una puerta de entrada para una cobertura mediática y atención del público que un estudio, difícilmente, podría conseguir por sí solo. Por ello, más que el prestigio, el ser nominado –y, en última instancia, ganar– en alguna de las categorías, catapulta no sólo la divulgación de la película, sino también las carreras de los involucrados.

Publicidad

Un ejemplo es el caso del mexicano Guillermo del Toro. Por más que no haya ganado en las categorías de Mejor guión original y Mejor película extranjera en 2006 por El laberinto del fauno (la película triunfó en otras tres), la exposición le ayudó a crecer en Hollywood, llegando a ganar dos estatuillas (Mejor película y dirección) en 2018, por La forma del agua.

Una carrera cambia

para siempre después

de la nominación al Oscar

Además de abrir las puertas para futuros proyectos, una nominación al Oscar contribuye a la nominación de la propia película nominada –ya sea en cines o en su posterior exhibición en streaming y televisión–. Sin embargo, la premiación es diferente de un festival, en el que se reconoce a producciones que aún no han sido estrenadas. En el caso de los Premios de la Academia, es una forma de premiar a las mejores películas del año anterior, estrenadas en cines hasta el 31 de diciembre (exceptuando 2021 cuando, por causa de la pandemia, se amplió ese plazo).

Es ahí donde entra en juego el ingenio de los distribuidores. Cuando se cree que una película tiene potencial para sobresalir en la temporada de premios (que incluye más que el Oscar) y que eso puede aumentar la taquilla, la estrenan en un pequeño circuito de salas en la ciudad de Los Ángeles, normalmente entre noviembre y, principalmente, diciembre, cumpliendo así los requisitos mínimos para calificar a los Premios de la Academia el año siguiente.

Si todo sale bien, la película es nominada al Oscar durante la segunda semana de enero y, poco después, se estrena en cines de todos los Estados Unidos y del resto del mundo, utilizando la cobertura mediática sobre la premiación para potenciar el interés de los exhibidores y del público.

1917
1917 estuvo en cartelera por una semana en Los Ángeles durante 2019, sólo para ser elegible al Oscar de 2020 (Crédito: Universal Pictures)

Un ejemplo práctico de ello fue 1917. La película del director Sam Mendes se estrenó en el circuito limitado de Los Ángeles el 25 de diciembre de 2019, haciendo lo mínimo posible para calificar al Oscar de 2020. Acabó con tres estatuillas, un camino que la impulsó a recaudar 225 millones de dólares en la taquilla global.

La táctica ni siquiera es reciente: ya era usada en los años 1930. Lo que el viento se llevó, por ejemplo, fue lanzada en pocas salas al final de 1939, calificando para el Oscar de 1940, donde obtuvo ocho estatuillas competitivas (incluida Mejor película) y una honoraria.

Para su consideración

Calificar una película para el Oscar es sólo el primer paso. Es importante que los votantes de la premiación (los más de nueve mil miembros de la Academia) sepan que esa producción existe y, en un segundo momento, consideren que merece su voto. A final de cuentas, estamos hablando de centenares de estrenos que podrían aparecer, de una forma u otra, en la premiación.

El camino más habitual para ello es por medio de las campañas de “For your consideration”, o “Para su consideración”, en español. Por medio de estas, los estudios presentan sus apuestas para el Oscar (y otras premiaciones) y promueven exhibiciones específicas para los votantes, o les envían DVDs, Blu-rays y links de streaming para que puedan verlas en casa.

Se publican anuncios en importantes medios de la industria del cine en los Estados Unidos, como Variety o The Hollywood Reporter, además de la creación de sitios web, envío de regalos y mucho más. No es compra de votos, inclusive por una cuestión práctica: la elección es secreta, lo que no permitiría la “confirmación de entrega”, por decirlo de alguna manera.

Variety en los Oscar
Warner Bros. hizo un anuncio en la portada de Variety para promover Nace una estrella durante la temporada de premios de 2019 (Crédito: Variety)

Cuanto más grandes sean la apuesta y el presupuesto, más grande la campaña. Según Forbes, Netflix gastó 30 millones de dólares para promover Roma en 2019. Para 2021, esa máquina financiera dio nada menos que 37 nominaciones (o 40, considerando la distribución fuera de los Estados Unidos) –un récord para la plataforma de streaming–.

El networking suma,

incluso en Hollywood

El periodo ayuda: en la época de la ventana de votación del Oscar, ocurren diversas premiaciones paralelas, que van desde el Globo de Oro (organizado por la prensa extranjera de Hollywood), así como las ceremonias de los sindicatos de actores, productores y guionistas. Además de ser un momento para encontrar a los miembros de la Academia en un solo lugar, algunas de esas premiaciones sirven como una “previa” del Oscar, ya que tienen cierta convergencia en sus votantes.

El efecto Globo de Oro

Los Globos de Oro tienen una influencia en los Oscar. No son exactamente una “previa”, como suele decir parte de la prensa, pero digamos que ser nominado o premiado en esa ceremonia (que abre la temporada de premios) ayuda en el boca a boca y en el cabildeo de los estudios entre los integrantes de la Academia.

El electorado del Globo de Oro es considerablemente más reducido: son 87 periodistas que forman parte de la Asociación de la Prensa Extranjera en Hollywood (HFPA, por sus siglas en inglés) –es decir, profesionales de medios de otros países que cubren el cine y la TV de los Estados Unidos–. Además de ser más fácil hacer campaña de For your consideration, esos mismos periodistas tienen un acceso más fácil a coberturas, junkets y visitas al set.

1917 en los Globos de Oro
El director y productor Sam Mendes, junto a la productora Pipa Harris y los actores Dean-Charles Chapman y George MacKay, luego de que 1917 fue elegida la Mejor película de los Globos de Oro 2020 (Crédito: Instagram @goldenglobes)

Eso no quiere decir que el ganador de un premio se llevará otro, pues no son los mismos votantes y los métodos son distintos. Las aventuras de Tintín, ganadora del Globo de Oro al Mejor largometraje animado de 2012, ni siquiera fue nominada al Oscar. En 2018, la prensa decidió que el mejor drama era Tres anuncios por un crimen, mientras que la Academia optó por La forma del agua.

La política

El Oscar, sí, es una premiación política. El cabildeo y el mano a mano son importantes, como en cualquier votación. Otro punto importante es la relación entre los propios miembros de la Academia: es más fácil que un amigo de Leonardo DiCaprio vea su nueva película –y que esa amistad pese en su voto– que hacer lo mismo por un novato con pocos contactos.

La propia dinámica para elegir a los nominados contribuye a ello. Como explicamos en un artículo anterior, el sistema del Voto Único Transferible tiende a ayudar a aquellos que posean un grupo, aunque sea pequeño, de votantes leales, dando al nominado el potencial de quedar como el primero en la lista de cinco votos en la categoría.

Es por ello, por ejemplo, que algunos actores tienden a ser nominados muchas veces, mientras que otros son ignorados por la Academia incluso si están en papeles muy elogiados por la crítica.

Arnold Schwarzenegger
El republicano Arnold Schwarzenegger en la San Diego Comic-Con de 2019, cuando aprovechó el evento para hacer críticas al gobierno de Trump (crédito: Renan Martins Frade)

La balanza político-partidaria es otro punto que puede influenciar la votación. No es como que los miembros de la Academia sean todos modernos y diversos –una investigación de 2012 reveló que el votante promedio del Oscar era un hombre blanco de 63 años–. Por otro lado, Hollywood (principalmente por medio de actores y directores, que son más vocales) es conocido por ser liberal, en el sentido político del término.

Incluso si se le relaciona más con el Partido Demócrata de los Estados Unidos, hay espacio para los republicanos: tal es el caso de Arnold Schwarzenegger (quien se dice “progresista con el medio ambiente, liberal con la sociedad y conservador con la economía”).

Hay que recordar también que Ronald Reagan, famoso actor que tuvo un importante rol de liderazgo sindical en Hollywood, fue elegido presidente del país por el Partido Republicano, y se convirtió en una de las más influyentes voces del conservadurismo moderno. Charlton Heston fue otro republicano fervoroso en la segunda mitad de su vida, e incluso defendió la portación de armas.

El mismo Walt Disney, más grande ganador en la historia del Oscar (con 22 estatuillas), era republicano y conservador. En la época del Macartismo, atestiguó contra lo que él creía que era el “crecimiento del comunismo” y se volvió informante del FBI.

O sea, no está tan fácil poner etiquetas.

Ya comienzan a aparecer

los reflejos del

#OscarsSoWhite

También hay que decir que la organización de la premiación, desde el surgimiento de campañas como #OscarsSoWhite, se ha empeñado en invitar a nuevos integrantes que amplíen la diversidad, pero el impacto de ello apenas comienza a verse.

Es por ello que los Premios de la Academia fueron criticados por la falta de diversidad entre los nominados de 2020 –sin embargo, la premiación consagró a la surcoreana Parásitos como Mejor película–. Para 2021, la lista de nominados muestra una evolución en ese sentido, con varias “primeras veces” para la premiación.

Además de eso, algunas causas sí que pueden influenciar los votos. Incluso si El cliente sí es una gran película que realmente mereció la estatuilla a Mejor película extranjera en 2017, el hecho de que el presidente Donald Trump haya prohibido la entrada de ciudadanos de siete países (Irán entre ellos) a los Estados Unidos poco antes de los Oscar, tuvo su impacto.

Dos completos desconocidos
Dos completos desconocidos hace eco de movimientos como #BlackLivesMatter (crédito: Netflix)

En cualquier caso, cabe señalar que el fin de la Era Trump y la elección de Joe Biden como presidente de los Estados Unidos, enfriaron bastante los sentimientos político-partidarios en Hollywood. La industria local del cine todavía parece estar de luna de miel con el nuevo mandatario, evitando así, en este año, votos pautados por la disputa entre republicanos y demócratas.

Por otro lado, la presencia de Nomadland (así como la victoria de Parásitos el año anterior) revelan sentimientos políticos más amplios entre los votantes del Oscar. También en ese sentido, tenemos películas como El juicio de los 7 de Chicago, Dos completos desconocidos (Mejor cortometraje) y Si algo me pasa, los quiero (Mejor cortometraje animado), que tocan heridas sociales abiertas, entre ellas el movimiento #BlackLivesMatter.

Oscar bait

Un asunto polémico es el llamado “Oscar bait” que, en traducción literal, es una “carnada” para enamorar a los miembros de la Academia y tener éxito en la premiación, sin necesariamente atenerse a otros elementos que son poco tomados en cuenta.

Además de lanzar la película en el circuito limitado de final de año, esperado el impulso de la nominación al año siguiente para que valga la pena el estreno, normalmente esas películas utilizan elementos en común, como tramas de guerra, históricas, biográficas,sobre intrigas políticas o del show business. También presentan elencos con innumerables actores famosos y bien relacionados en Hollywood, siendo que algunos ya han sido nominados múltiples veces en el pasado –como Meryl Streep, Al Pacino, Cate Blanchett y Denzel Washington–.

El discurso del rey
El discurso del rey: ¿Oscar bait? (Crédito: Paramount Pictures)

Los hermanos Weinstein eran conocidos por, si no usar la estrategia ampliamente, al menos aprovecharse de algunos de sus elementos para lograr el éxito. Ellos produjeron, por ejemplo, Shakespeare enamorado y, por medio de su productora The Weinstein Company, El discurso del rey. Ambos títulos, en la visión de algunos críticos, fueron “carnadas” para la Academia.

El caso de esta última, protagonizada por Colin Firth, incluso tenía ingresos previstos de 30 millones de dólares en taquilla. Luego de sus 12 nominaciones, el estimado saltó a los 200 millones. Con cuatro estatuillas a su cuenta (incluida la de Mejor película), la producción alcanzó los 427 millones de dólares en taquilla. Financieramente hablando, es una estrategia que vale la pena.

¿Película para el Oscar,

u Oscar para la película?

A pesar de las múltiples críticas contra la estrategia, es difícil señalar dónde queda la delgada línea entre una película que tenía potencial de Oscar y cuyo estreno fue programado para coincidir con una posible nominación; y una película que fue pensada a propósito para competir por la estatuilla.

Es por todo lo anterior que no siempre gana el mejor. A veces es el mejor conectado, el mejor planeado o con la mejor campaña de divulgación. Y, quién sabe, contar con una pequeña ayuda de la suerte o de las noticias para ganar un impulso extra.

Publicado originalmente en la edición brasileña de Filmelier News.