Merecedor de un premio en el Festival de Cannes en 2011, ‘Junior’ es el primer cortometraje de Julia Ducournau, un contundente debut que trajo todas las marcas que distinguirían su filmografía posterior, entre ellos, su colaboración con la actriz Garance Marillier, así como su fascinación por el horror corporal como metáfora para las transformaciones del cuerpo humano –especialmente el femenino– al entrar a la madurez. El cortometraje trata sobre Justine (Marillier), apodada “Junior”, una chica de 13 años con tendencias masculinas y un humor un tanto misógino, cuya vida cambia para siempre cuando una gastroenteritis detona en ella una grotesca transformación.
Estrenada y premiada cinco años más tarde, también en el Festival de Cannes, ‘Voraz’ (‘Raw’) es quizá el trabajo más controvertido de Ducournau a la fecha, provocando una marea de prensa debido al hecho de que integrantes del público se desmayaron durante la función, por la violencia representada en pantalla. Pero ‘Voraz’ es más que su violencia gráfica: la historia trata de Justine (de nuevo Garance Marillier), una chica de familia vegetariana que, en su primer día en la facultad de veterinaria, es obligada a comer hígados crudos de conejo como novatada. Este hecho, sin embargo, detona una serie de cambios físicos y psicológicos en ella, incluyendo un deseo incontrolable por comer carne… de cualquier tipo. El horror corporal aquí funciona como una metáfora sobre el descubrimiento de la sexualidad, la reafirmación de la identidad y la autoaceptación, sin importar las circunstancias.
Aunque fue acreedora a una respuesta menos escandalosa que su predecesora (quizá gracias a que ya se sabía qué esperar de ella), ‘Titane’ es una película igual de impactante y alucinante, con pie y medio puesto en el terreno de un siniestro cuento de hadas del siglo XXI. Aquí la historia sigue a Alexia (Agathe Rouselle), una asesina serial con una atracción extrema por los muscle cars quien, aparentemente embarazada de uno, huye de la justicia haciéndose pasar por el hijo perdido hace décadas de un veterano bombero (Vincent Lindon). La película que coronó a Julia Ducournau con la Palma de Oro es un auténtico coctel que subvierte los roles de género y estira los límites del deseo femenino, a través de una historia que tiene su corazón en la compasión familiar.