Entre fábula de tintes surrealistas y un estilizado horror que recuerda a ‘Suspiria’ y otros clásicos del giallo italiano de los 70, ‘In Fabric: Vistiendo la muerte’ es, sin duda, una de las películas más originales que ha dado el género en su correspondiente década. Estrenada en el Festival Internacional de Cine de Toronto 2018, seleccionada en los festivales de Londres y San Sebastián del mismo año y premiada en el de Mar del Plata; se trata de una película que logra el difícil acto de equilibrismo entre escalofriante sátira del materialismo, con una premisa estrafalaria sobre un vestido maldito que, en manos menos capaces que las del director Peter Strickland (‘Berberian Sound Studio’), hubiera resultado en algo menos aterrador y demasiado kitsch. Gran parte del logro debe atribuirse al elenco, liderado por Marianne Jean-Baptiste (‘Secretos y mentiras’), Fatma Mohamed (‘El Duque de Burgundy’), Gwendoline Christie (‘Star Wars: El despertar de la Fuerza’) y Hayley Squires (‘Yo, Daniel Blake’).
Vi el brillo del televisor (I Saw the TV Glow) sólo puede ser descrita como una experiencia hipnótica, a la vez emotiva, extraña y perturbadora, de un modo que sólo podría parecerse al cine de David Lynch. La película, protagonizada por Justice Smith (Detective Pikachu) y Brigette Lundy-Paine (Atypical), sigue a dos amigos unidos por su afición a un programa de televisión juvenil durante los años 90, que los despierta a su propia verdad interior. Aunque comienza más como un drama a fuego lento, se convierte en una experiencia espeluznante, hasta parecida a un terrorífico trance, cuando comienzan a caer las fronteras entre la realidad y la ficción de los personajes. Vi el brillo del televisor es, ante todo, una poderosa alegoría sobre crecer como una persona LGBTQIA+, y elegir entre ser auténtico o vivir en la mentira para adaptarse a un mundo que rechaza y oprime a quienes se salen de la heteronormatividad. Es una de las mejores películas de terror en lo que llevamos de 2024.
Con un ritmo mucho más cautivador que el de Relic, pero bastante mejor lograda que Sonríe, Háblame (Talk to Me) es una sólida propuesta de terror independiente que comparte con estas películas el abordaje de temas complejos sobre salud mental. Aquí, la historia trata de Mia (Sophie Wilde en una increíble actuación), una chica que no logra superar la muerte de su madre, que tiene pocos amigos y cuya relación con su padre se ha deteriorado. Durante una noche de fiesta, ella se ofrece para el peligroso juego con una mano embalsamada que permite comunicarse con demonios, y se vuelve adicta a la emoción. Sin embargo, como puede anticiparse, estos juegos comienzan a salirse de control. Aunque su trama es predecible por momentos, la dirección de los hermanos Danny y Michael Philippou logra mantener una gran tensión narrativa sin caer en los sobresaltos (o jump scares) baratos, logrando una película que, además de tocar temas importantes, es sumamente entretenida para cualquier fan del terror. Lee más en nuestra crítica completa de Háblame.