Si hay fuerza en la diversidad como decía Maya Angelou, ésta es una de las películas que lo demuestra. ‘Pride: Orgullo y esperanza’ relata una historia en la conservadora Inglaterra de Margaret Thatcher, en la que activistas LGBT respaldan una huelga de mineros.
El largometraje debut de la cineasta Emma Seligman (basado en su propio cortometraje del mismo nombre) puede resumirse como el peor escenario posible para una joven mujer bisexual proveniente de un contexto conservador. Con apenas un puñado de escenarios pero con magistrales trabajos de cámara, edición y actuación (la protagonista Rachel Sennott es fenomenal), ‘Shiva Baby’ teje una audaz red de tensiones entre una joven universitaria que busca su rumbo profesional, económico y sexual; y las expectativas parentales, sociales y religiosas de su entorno. Los resultados son hilarantes… hasta que ya no. La película ha sido definida como una comedia, aunque cuando es necesario, Seligman hábilmente echa mano de técnicas impresionistas para jugar con las convenciones del terror psicológico.
Una magnética actuación de Virginie Efira, una controvertida figura histórica, y la dirección de Paul Verhoeven ('RoboCop') constituyen 'Benedetta', una producción sobre una monja del siglo XVII en Italia sufre perturbadoras visiones religiosas y eróticas. Entonces entabla una relación lésbica con una novicia, desencadenando una sacudida de poder y de fe al interior de la iglesia católica.
Esta conmovedora película francesa sobre el activismo contra la indiferencia ante el VIH/SIDA en los años noventa. ‘120 latidos por minuto’ cuenta la historia de un novato activista, Nathan, que se enamora del radical Sean.
Esta película mexicana es protagonizada por una muxe, un hombre asumido sexual y socialmente como mujer en la cultura zapoteca de México. ‘Carmín tropical’ es la historia de Mabel, quien regresa al estado de Oaxaca para buscar al asesino de una amiga suya.