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Crítica: ‘Aquaman 2’ tiene una trama divertida, aunque demasiado fragmentada
Aunque confusa, ‘Aquaman 2’ acierta al abrazar lo ridículo y apostar por la química entre Jason Momoa y Patrick Wilson. Checa la crítica.
El estreno de Aquaman y el reino perdido (o sólo Aquaman 2) este miércoles 20 de diciembre también marca el fin de una era. Esta es la última película del Universo Extendido de DC (DCEU) en cines desde su concepción por Zack Snyder; a partir de ahora, la próxima película de la marca estará bajo el mando de James Gunn, el nuevo jefe del estudio. Aunque agonizante y en sus últimos suspiros, este universo logró terminar en una buena nota con la última aventura del Rey de los Mares.
Es una gran sorpresa que Aquaman 2 esté por encima del promedio; la reacción de la mayoría de las personas al salir de la proyección de prensa era predominantemente de asombro. Después de todo, en los últimos tiempos, han circulado muchas noticias negativas sobre la película, especialmente sobre su mal desempeño en la preventa y sobre los múltiples cortes y regrabaciones de última hora, para no confundir aún más al espectador promedio con todo lo que está sucediendo en el complicado mundo de DC.
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Además, hay un factor psicológico y práctico en juego: en un mundo donde a la gente le gusta ver películas interconectadas, creando un solo universo, ¿qué los motiva a ver una película de un mundo ya condenado a no continuar?
Aquaman y el reino perdido, el último suspiro del Universo Extendido de DC
El hecho es que los primeros 45 minutos de proyección de Aquaman 2 son el resultado de todo ese caos detrás de cámaras, pues son recortadas participaciones especiales como la de Ben Affleck como Batman, y una aparente reducción de las escenas de Amber Heard (aunque James Wan lo haya negado). El inicio de la historia no podría ser más confuso: Black Manta (Yahya Abdul-Mateen II) encuentra un tridente cargado de energía maligna de un reino perdido de Atlantis.
Aquaman y el reino perdido es la despedida del DCEU como lo concibió Zack Snyder (Crédito: Warner Bros.) Aunque es absurdamente poderoso, esto no queda claro narrativamente en la escena, excepto por una voz en off del actor Randall Park tratando de explicar lo que está sucediendo. Nosotros, como espectadores, no sentimos ninguna amenaza, mientras que Aquaman (Jason Momoa) parece saber algo que nadie más sabe. Él cree que este poder, que aún no conoce, requiere la ayuda de su hermano Orm (Patrick Wilson), encarcelado después de los eventos de la película anterior. ¿Se entiende la confusión? La película quiere mostrar desesperadamente cuán peligroso es el poder de Black Manta, pero no lo logra eficazmente. Probablemente, la escena que conecta esto se perdió en la sala de edición. Las cosas comienzan a moverse y suceder en Aquaman 2 sin ninguna claridad. Parece que estamos navegando en aguas turbulentas. Hasta que llega la escena en la que Aquaman libera a su hermano del cautiverio. Está extremadamente bien filmada por el director James Wan (de El conjuro), es divertida y muestra una genial química entre Wilson y Momoa. Listo. Es la señal de despegue para la película. A partir de ese momento, con unos 50 minutos de proyección, el guion de David Leslie Johnson-McGoldrick (de la primera Aquaman) apuesta por la camaradería de los personajes, y aunque aún no queda claro al 100% para la audiencia cuál es la amenaza de Black Manta, funciona al apoyar a estos dos personajes contradictorios.
Aquaman 2, “Entre besos y tiros”
Muchas cosas, por supuesto, no funcionan. El estilo de filmación de Wan para las escenas de lucha sigue siendo malo, con la cámara moviéndose en exceso y temblando todo el tiempo, aunque aquí no haya ninguna aberración como la pelea como de videojuego con Nicole Kidman en la primera película. Además, es evidente cómo la película ha perdido gran parte de su sentido estético, un acierto total en Aquaman, al apostar por colores más apagados y visuales más convencionales.
La química entre Patrick Wilson y Jason Momoa es uno de los puntos fuertes de Aquaman 2 (Crédito: Warner Bros.) Sin embargo, se percibe un corazón en la trama, que es divertida en la medida justa. En su despedida de este universo tan confuso, con puntos tan bajos como las de Mujer Maravilla 1984, los efectos especiales de Flash y la carencia de sentido de Blue Beetle, Aquaman 2 muestra que tal vez DC haya comprendido que la gran marca al hablar de los héroes del estudio no es la oscuridad, sino una diversión despreocupada.. Me atrevo a decir, de hecho, que Aquaman 2 podría ser una gran película si James Wan se hubiera dejado ir hacia el ridículo total; después de todo, ¡estamos hablando de un hombre que se comunica con peces! Aquí, cuando se permite jugar con lo absurdo, vemos cosas como el pulpo extremadamente inteligente o una copia descarada de Jabba the Hutt de Star Wars y la diversión se desata, especialmente con la química de Momoa y Wilson en pantalla. Incluso el CGI, mucho mejor que el de Flash, trabaja a favor de lo absurdo. Al final, la relación de amor y odio entre Aquaman y Orm parece la relación de DC con su audiencia. Llena de altibajos, con errores grotescos al principio. Pero saben, en el fondo, que el secreto es no tomarse las cosas tan en serio. Queda la esperanza de que Gunn aprenda del buen resultado de Aquaman 2 y no vuelva a sumir a DC en la oscuridad.
