Crítica: ‘Boogeyman: tu miedo es real’ mantiene la maldición de Stephen King en el cine Crítica: ‘Boogeyman: tu miedo es real’ mantiene la maldición de Stephen King en el cine

Crítica: ‘Boogeyman: tu miedo es real’ mantiene la maldición de Stephen King en el cine

A pesar de su éxito literario, ‘Boogeyman’ se une a las adaptaciones cinematográficas que no dan buenos resultados para el “maestro del terror”

Matheus Mans   |  
1 junio, 2023 10:34 PM
- Actualizado 8 junio, 2023 5:58 PM

Parece que ya es la norma, y no la excepción: en los últimos años, las películas inspiradas en los libros de Stephen King son realmente malas. Obras como El teléfono del señor Harrigan, La Torre Oscura, Carrie (el remake, claro), Cementerio maldito, 1922, entre otras, han presentado tramas débiles y sin vida, fracasando con la crítica, el público y la taquilla (sólo la saga de It ha dado agradables sorpresas). Ahora, Boogeyman: Tu miedo es real (The Boogeyman) se suma a esta lista de descalabros.

Dirigida por Rob Savage (de la excelente Ten cuidado a quién llamas) y estrenada en cines este 1 de junio, la película se vale del monstruo conocido como el “hombre del saco” (lo que aquí conocemos genéricamente como “el coco”) para hablar sobre una familia en duelo. Will Harper (Chris Messina) es el padre de dos niñas, la pequeña Sawyer (Vivien Lyra Blair) y la independiente Sadie (Sophie Thatcher). Y no están pasando por su mejor momento: su madre acaba de fallecer y los días de la familia se han vuelto más oscuros.

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Es aquí donde el hombre del saco, que no es más que una figura folclórica que personifica el miedo, aparece. Está en la oscuridad, en el armario de la habitación, en la esquina mohosa de la pared. Los primeros 20 o 25 minutos de Boogeyman: tu miedo es real son desesperantes: Savage demuestra tener dominio de la cámara y del entorno, dando miedo en cada giro de cámara, en cada luz que se apaga, en cada momento en el que Sawyer decide echar un vistazo debajo de la cama.

Boogeyman
El “hombre de la bolsa” logra dar buenos sustos en Boogeyman (Crédito: 20th Century Studios)

Boogeyman: tu miedo es real tiene un comienzo aterrador…

Obviamente, incluso en este comienzo, está el contexto del duelo que involucra a los personajes, pero nada es exagerado ni forzado. Se da a entender que la oscuridad está dentro de Will, Sadie y Sawyer para que el hombre del saco encuentre espacio para crecer. Savage está, acertadamente, más preocupado por asustar. Y lo logra: a pesar de una actuación débil de Messina (Argo), nos conectamos con los personajes y sufrimos con ellos en el asiento del cine.

Además, aunque mucho más contenido que en Ten cuidado a quién llamas, Savage parece divertirse creando en los primeros minutos de metraje. Gira la cámara para mostrar lo que hay bajo la cama, juega con los efectos visuales de la puerta de una lavadora, hace a los personajes mirar a cada rincón de la casa y ver cosas, que luego pueden resultar ser objetos inocentes en el armario, las luces de un electrodoméstico, y cosas por el estilo.

…pero el guión se enreda demasiado

Sin embargo, pronto queda claro que los guionistas Scott Beck (Un lugar en silencio), Bryan Woods (65: al borde de la extinción) y Mark Heyman (El cisne negro) no saben trabajar con lo simple, con lo básico, como ocurre en el cuento de Stephen King (presente en la antología El umbral de la noche). Parece que tener un monstruo con piernas largas, delgadas y rostro aterrador no es suficiente. Y en un abrir y cerrar de ojos, el guión se vuelve complicado y aburrido.

Boogeyman
Sophie Thatcher es la gran protagonista de Boogeyman (Crédito: 20th Century Studios)

Recordando mucho a la historia de Babadook, Boogeyman: tu miedo es real comienza a hablar más sobre la depresión de los personajes que sobre el monstruo en la casa. Esto coloca a la película en otro tipo de contexto: deja de ser una simple película de terror que busca asustar y entretener para abordar temas complejos que requieren seriedad en su tratamiento, incluso en una película de fantasía como esta. Y ahí es donde todo comienza a desmoronarse.

Savage sabe cómo asustar, pero no cómo reflexionar sobre el duelo y la depresión. Los temas serios se tratan de manera frívola, sin profundidad: el padre, que parece ser el más afectado allí, simplemente desaparece y no aparece ni siquiera cuando su hija está volando en el techo de la sala. Entonces, el monstruo se convierte en un personaje secundario en su propia historia. Esta criatura tan poderosa, capaz de adaptarse a los miedos más profundos de cada uno, se convierte en un perro deforme mal hecho en CGI.

El miedo, en un chasquido de dedos, desaparece. El hombre del saco es sólo un monstruo más. Incluso la actuación de las dos niñas, antes funcional, desaparece en la montaña de drama innecesario. Y la película comienza a invertir en escenas cursis, que incluso provocan risa involuntaria, como la del encendedor o el intento de trampa. Y esto solo demuestra cómo lo simple, a veces, es más efectivo. Y sobre todo, que Stephen King necesita tener más suerte en el cine, o un agente que sepa vender mejor sus historias.

Boogeyman: tu miedo es real ya está en salas de cine. Para saber más de la película y comprar boletos, entra aquí.

Publicado primero en la edición brasileña de Filmelier News.