Kayara: La princesa Inca es una animación peruana que se suma al canon de películas de animación latinoamericanas. Como sugiere su título, trata sobre una princesa del imperio prehispánico Inca, que sueña con unirse al grupo de mensajeros Chasqui –exclusivo de hombres– por su talento para correr. A pesar de las barreras, su corazón y habilidad serán cruciales para el destino de su pueblo. Es una película de aventuras apta para toda la familia, que a pesar de su animación no tan pulida y un guión un poco predecible, resulta positiva por su relato revisionista de la historia peruana y por su mensaje de romper con las barreras de género.
La otra forma es una película de animación colombiana de ciencia ficción, premiada en festivales como Sitges –el más prestigioso del mundo respecto al cine de género–. La trama se sitúa en un curioso mundo distópico, en el que la humanidad ha creado un paraíso cuadrado en la luna. ¿La única forma de entrar? Ser cuadrado tanto de pensamiento (es decir, no cuestionar) como de forma, para lo cual las personas distorsionan sus cuerpos en formas cúbicas. Se trata de una metáfora poco velada y de una crítica punzante al conformismo, con un diseño de producción visualmente fascinante y divertido que juega con las formas de manera ingeniosa para construir su discurso. Y además, similar a películas como Flow, no depende de diálogos para contar su historia.
Presentada en el Festival de Cine Animado Annecy, Nahuel y el libro mágico es una película que sorprende por la calidad tan bien lograda de su animación, tratándose de una producción chilena. La historia trata de un niño que, a pesar de vivir en una aldea pesquera donde ayuda a su padre, tiene un profundo miedo por el mar. Sin embargo, un día se encuentra un misterioso libro que podría resolver su problema, pero cuando su padre es secuestrado por un ambicioso hechicero, Nahuel debe hacer frente a sus miedos para salvarlo. Con clara inspiración en la mitología chilota (del archipiélago Chiloé, al sur de Chile) y en las producciones de Studio Ghibli, la película nos cuenta una historia muy típica y poco compleja sobre madurar y la lucha del bien y el mal. Sin embargo, es muy agradable a los ojos, y su relevancia cultural no debe ser subestimada.




