Crítica: ‘¡Shazam! La furia de los dioses’ demuestra que aún hay vida en el pasado cinematográfico de DC Crítica: ‘¡Shazam! La furia de los dioses’ demuestra que aún hay vida en el pasado cinematográfico de DC

Crítica: ‘¡Shazam! La furia de los dioses’ demuestra que aún hay vida en el pasado cinematográfico de DC

Aunque es un proyecto iniciado en la gestión anterior de Warner Bros., la secuela de ‘¡Shazam!’ cuenta una historia que podría continuar en el DCU

Matheus Mans   |  
16 marzo, 2023 12:17 PM
- Actualizado 22 marzo, 2023 1:07 PM

Al analizar el universo de DC en el cine, inicialmente pensado por Zack Snyder, podríamos decir que ¡Shazam! era una de las entregas menos importantes de ese mundo. No solo el personaje interpretado por Zachary Levi acaba limitado por ser, esencialmente, un niño con poderes, sino que las mentes creativas detrás de las películas de DC no colocaron al personaje exactamente en el círculo compartido del estudio, excepto por la escena final con Superman. Ahora, todo parece cambiar para el personaje con la nueva ¡Shazam! La furia de los dioses (Shazam! Fury of the Gods).

Este jueves 16 de marzo se estrena en cines la película, que es continuación de la de 2019. Billy Batson (Asher Angel) ahora es un adolescente acercándose a la mayoría de edad, que puede transformarse en un superhéroe (Levi) cuando invoca una especie de poder místico. Ahora, sin embargo, no está solo: sus hermanos adoptivos también comparten el poder y comienzan a defender la ciudad de Filadelfia, Estados Unidos, de villanos. En esta ocasión se trata de tres diosas griegas (Helen Mirren, Rachel Zegler, Lucy Liu) que amenazan a la familia de superhéroes enfrentándose a otros fuertes poderes místicos.

¡Shazam! La furia de los dioses
Levi sigue siendo la gran estrella de ¡Shazam! La furia de los dioses (Crédito: Warner Bros.)

¡Shazam! La furia de los dioses y el nuevo momento de DC

En un primer momento, es difícil no imaginar que ¡Shazam! La furia de los dioses es una película que “nació muerta”. Después de todo, James Gunn acaba de asumir el liderazgo cinematográfico de DC junto a Peter Safran, y ha dejado en claro su deseo de hacer una especie de reinicio suave con la salida de algunos actores, como Henry Cavill, y manteniendo a otros, como el Escuadrón Suicida. En este momento, Shazam parecía estar fuera de la jugada: no hubo ningún anuncio de que el héroe continuaría en el nuevo universo, ni tampoco había entusiasmo por el personaje.

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Sin embargo, mientras veía La furia de los dioses, fui invadido por una cierta emoción inesperada. La película no tiene el brillo de las producciones “independientes” de DC, como Batman con Robert Pattinson o Guasón, pero tampoco está cerca de ser un desastre como Batman vs Superman, Liga de la Justicia o incluso Mujer Maravilla 1984. La película cuenta con una cierta frescura, vista de manera similar en la más reciente El Escuadrón Suicida, de Gunn.

Al igual que en la primera película, el cineasta David F. Sandberg sabe que la historia de Shazam no puede ser tan grandiosa como la del Batman en la pantalla grande, por ejemplo, o la de Superman. Necesita cuidar los detalles, la cercanía de estos héroes que en realidad son adolescentes experimentando poderes casi mágicos. Ahí está la gracia y la diferencia de la película, que no se toma demasiado en serio a sí misma y, por lo tanto, no se compromete con el espectador en ser grandiosa u opulenta.

Es lo opuesto a lo que está sucediendo ahora en Marvel Studios, por ejemplo. Después de los eventos de Avengers: Infinity War y Endgame, el público no acepta nada menos que historias que realmente los emocionen. Y, como resultado, dos consecuencias ya se sienten en la pantalla grande: o la película exagera demasiado para tratar de alcanzar este efecto o, de lo contrario, se queda absolutamente corta y no convence. Rara vez encuentra el punto medio.

Mientras tanto, ¡Shazam! La furia de los dioses encuentra justo ese punto medio en el panorama de DC en el cine. En primer lugar, en términos de universo compartido: los elementos están ahí, pero no hay exageración para que los personajes sean utilizados de forma innecesaria. Hay una participación especial, pero es funcional y divertida en igual medida. Muy diferente a lo que se vio en Black Adam, cuando The Rock forzó la participación de Superman, incluso cuando el futuro del personaje aún incierto.

Otro punto medio que logra esta película es la unión de los dos momentos de DC. La película parece ser el eslabón perfecto entre lo que existía antes en el estudio y lo que existirá a partir de ahora, anticipando el importante y controvertido The Flash, que se estrenará en junio de este año. Después de todo, la nueva película presenta personajes de ese otro momento de DC, pero ya con una apariencia más alegre y relajada, marca de Gunn.

Buenos actores, pero falta el tono adecuado.

Además, cabe destacar que todo el elenco está muy cómodo y ni siquiera el exceso de chistes resulta molesto. Tiene sentido dentro de la propuesta de presentar a niños como superhéroes.

Shazam
Los hermanos adoptivos de Billy también obtienen poderes (Crédito: Warner Bros.)

Las villanas también son una grata sorpresa. A pesar de la casi ausencia de motivación del trío, hay un buen intercambio entre ellas y la mitología griega que subyace en la historia aporta una esencia divertida, con todas las rarezas que esto conlleva, algo que Thor, por ejemplo, no abrazó ni siquiera inmerso en la mitología nórdica. En el acto final, cuando el guion coloca a los personajes en conflicto con una de las villanas y monstruos de la mitología, todo resulta aún más emocionante.

Warner Bros. Discovery solo tiene que estar atenta al tono de la película a partir de ahora: el actor Asher Angel, quien interpreta a Shazam antes de la transformación, ya tiene cara de hombre. Pronto será difícil aceptar que el joven tenga actitudes tan inmaduras como superhéroe. Habrá que cambiar la forma de interpretar a Shazam quien, al final del día, no puede ser un niño para siempre en el cine. Gunn y Safran, en este momento, tendrán que quebrarse la cabeza para encontrar la manera de seguir con el personaje manteniendo su esencia, pero evolucionando.

El hecho, sin embargo, es que, contrario a lo que parecía en un principio, ¡Shazam! La furia de los dioses no entierra al superhéroe. En realidad, le da un nuevo impulso, demostrando incluso que puede ser uno de esos personajes-diamante de los que habló recientemente James Gunn al presentar su nuevo universo, sirviendo de apoyo para que héroes y equipos desconocidos entren en este nuevo universo de DC en el cine.

¡Shazam! La furia de los dioses ya está en salas de cine. Para saber más de la película y comprar boletos, entra aquí.