‘El hombre gris’ demuestra el problema de contenido de Netflix ‘El hombre gris’ demuestra el problema de contenido de Netflix

‘El hombre gris’ demuestra el problema de contenido de Netflix

Dirigida por los hermanos Joe y Anthony Russo, ‘El hombre gris’ costó a Netflix 200 millones de dólares.

Lalo Ortega   |  
25 julio, 2022 12:17 PM
- Actualizado 3 agosto, 2022 11:05 AM

La semana pasada fue complicada para Netflix, el gigante del streaming. En su balance de resultados para el segundo trimestre de 2022, la compañía confirmó la pérdida de 970 mil suscriptores, que se suman a los 200 mil perdidos en el primer trimestre. En cierto modo, la luz al final del túnel era el estreno el pasado viernes de El hombre gris (The Gray Man), producción que Netflix ha promocionado como todo un blockbuster del verano, uno de los eventos del año en la plataforma.

La intención era clara. En papel, se trata de una megaproducción de acción con escenas tan trepidantes que suenan ridículas, un elenco de primer nivel, los directores de la película más taquillera de nuestra era (Joe y Anthony Russo, de Avengers: Endgame) y un presupuesto de 200 millones de dólares. Es decir, la película más costosa de Netflix a la fecha está a la par de lo que cuestan, en promedio, los taquillazos de Marvel Studios. Todo para establecer el inicio de una franquicia cinematográfica de múltiples entregas.

Hay tela de donde cortar para ello, pues El hombre gris se basa en la novela homónima escrita por Mark Greaney (quien colaboró con Tom Clancy en sus últimos libros y continuó la saga de Jack Ryan luego de su muerte). Luego de convertirse en un bestseller en 2009, el autor expandió la historia a 11 novelas más, con una nueva, Burner, prevista para 2023.

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El caso es emblemático de la estrategia de contenido de Netflix durante muchos años, resumida en una palabra: más. Más contenido, más dinero, más estrellas, más acción, más efectos, más locaciones, más actores, más suscriptores, más todo.

El problema, uno que la compañía fundada por Reed Hastings todavía no acaba de entender, es que más no siempre es mejor. Al menos no en su manera de concebir el estreno de un gran blockbuster de verano.

El hombre gris es más y, a la vez, menos que otros blockbusters de acción

Primero lo primero: la película en sí. A pesar de contar con los elementos arriba mencionados, su combinación no hace de El hombre gris un espectáculo de verano esencial.

El guión nos pinta una clase de historia que ya hemos visto muchas veces antes: un hombre de acción con habilidades excepcionales combate hordas de enemigos y lucha contra una conspiración gubernamental.

Ryan Gosling protagoniza como Court Gentry/ Sierra Seis, un agente de la CIA que descubre corrupción al interior de la organización, así que es perseguido por Lloyd Hansen (Chris Evans), un excolega psicópata, bajo órdenes de la propia agencia. En su búsqueda por la verdad, Sierra Seis es asistido por otra agente de la CIA (Ana de Armas) y por sus antiguos empleadores, Donald Fitzroy (Billy Bob Thornton) y Margaret Cahill (Alfre Woodard), todos infamemente desperdiciados.

El hombre gris
En El hombre gris, Ryan Gosling es el hombre de acción genérico en turno (Crédito: Netflix)

Dada que la historia ya está muy vista, las verdaderas protagonistas de la película son las secuencias de acción que, lamentablemente, no reflejan un presupuesto de producción de 200 millones de dólares. Hay conceptos emocionantes, como un combate a bordo de un avión en declive sobre los cielos de Turquía, o una persecución a bordo de un tranvía descarrilándose en Praga. Sin embargo, la ejecución deja mucho que desear, en términos técnicos.

Puede que El hombre gris aspire a ser una gran franquicia cinematográfica de acción, pero está muy lejos de, por ejemplo, el virtuosismo coreográfico de John Wick. El trabajo de edición, frenético al grado de la torpeza, queda muy lejos de la visceralidad de la saga Bourne, y ni hablemos de la pulcritud de un James Bond. El resultado: ni la mitad de la emoción que, por ejemplo, la última Misión: Imposible (que, por cierto, costó “sólo” 178 millones de dólares).

Si bien Gosling brilla en medio del caos por su carisma natural, la estructura del guión tampoco permite establecer una identificación con el protagonista, pues sólo hay un intento de ello hasta el último cuarto de su metraje superior a las dos horas. Tampoco ayuda que se hicieron cambios respecto al libro para hacerlo más gracioso, políticamente correcto y mucho menos interesante.

No hace falta detenernos demasiado en las otras fallas o virtudes de El hombre gris: por lo mientras, que hable su 48% de aprobación sobre 189 críticas en Rotten Tomatoes (al momento de la redacción).

Misión: Imposible – Repercusión
Una escena mucho mejor que todo lo que hay en El hombre gris, en una película menos costosa (Crédito: Paramount Pictures)

Lamentablemente, no puede decirse que sea una película de acción imperdible. Tampoco puede decirse que sea terrible, sino demasiado mediocre para lo que costó. Pero, al menos, pudo ser mediocre en Bangkok, Viena y otra media docena de ciudades del mundo, donde sin duda la producción debió pasarla de maravilla volando los drones que utilizaron innecesariamente para todo lo que pudieron.

¿Puede una “película evento” vivir sólo en Netflix?

En junio, meses después del primer descalabro de Netflix durante 2022, trascendió que la compañía estaba en proceso de reestructurar toda su estrategia de estrenos originales. En resumen, el enfoque ahora será apostar por menos producciones, pero más “grandes”. Por ejemplo, en vez de pagar por cinco películas de 30 millones de dólares cada una, la estrategia ahora será invertir por una sola “película evento” de 150 millones. La razón: contenido que atraiga nuevos suscriptores y retenga a los existentes.

Esa fue, en esencia, exactamente la tirada con El hombre gris. Habrá que ver si la estrategia funciona (de inicio parecería que sí, pues al momento de la redacción, la película se sitúa cómodamente en el primer lugar del Top 10 de popularidad de la plataforma). Sin embargo, considerando lo poco destacable que es respecto a sus aspiraciones, está por verse si no será olvidada en un par de semanas, como sucede con casi todo el contenido de Netflix.

Es aquí donde vemos los dos problemas de Netflix con sus producciones originales. El primero, es la calidad. Y no es que los hermanos Russo no sean directores de habilidad comprobada en el género de acción, el género por el que Netflix apostará más fuerte (su primera incursión con Marvel, Capitán América y el Soldado el invierno se mantiene como una de las mejores entregas de la franquicia). Pero sí son inconsistentes: sus producciones fuera de Marvel Studios han sido generalmente vapuleadas (su película previa, Cherry, tiene un mediocre 37% en Rotten Tomatoes).

El hombre gris
Hay grandes nombres en El hombre gris, pero los hermanos Russo no traducen sus recursos a una película de acción memorable (Crédito: Netflix)

En otras palabras: incluso si la estrategia de apostar por lo grande a menos películas tiene más sentido, quizá sea más aconsejable otorgar esos millones a creativos más consistentes, consagrados más allá de los puros billetes en taquilla.

Pero incluso así, Netflix se enfrenta al segundo gran problema: la viabilidad de crear, exclusivamente en streaming, una “película evento” de verano que todos deban (y quieran) ver. ¿Es un “evento” algo que sólo vemos y discutimos en casa?

Históricamente, Netflix se ha opuesto a estrenar sus películas ampliamente en cines, con estrenos muy limitados en salas para algunas de ellas (El hombre gris sí pudo verse en pocas salas de Estados Unidos). Sin embargo, los tiempos difíciles han llevado a la compañía a hacer alianza con su otro enemigo acérrimo: la publicidad. ¿No sería tiempo de replantear también su postura sobre los estrenos en cines?

El argumento de Netflix para reservar sus estrenos a las pantallas del hogar a pocas salas de cine, ha sido la exclusividad, por un lado. Esto nos lleva al segundo motivo, más obvio: ¿quién va a ver una película en streaming si puede verla con la espectacularidad de una gran pantalla?

Esta lógica era sensata antes de la pandemia, cuando Netflix era LA casa para los estrenos en streaming, pues grandes competidores como Warner y Disney estaban muy lejos de ser una amenaza. La exclusividad de Netflix era una fortaleza pues, incluso si sus mejores estrenos no podían verse en cines, no había nada comparable a ello en lo que se refiere a la experiencia en casa.

La pandemia no sólo trajo a competidores como Disney+ y HBO Max, también representó serios cambios en las estrategias de estrenos de los grandes estudios. Las ventanas de exclusividad en cines se han reducido de 90 a 45 días (o incluso menos como en el caso de MUBI, cuyos estrenos selectos han tenido éxito en el circuito de salas de arte).

Batman
Batman demuestra que el cine y el streaming no están peleados (Crédito: Warner Bros.)

Lo cual no es un obstáculo para el éxito posterior de una película en streaming, como ilustra el caso de Batman. Al estrenarse en HBO Max, la película protagonizada por Robert Pattinson fue de las más vistas en la plataforma, incluso más que aquellas que fueron estrenadas simultáneamente en cines y streaming (cosa que sucedió sólo en Estados Unidos). Esto no está peleado con su innegable éxito en taquilla, pues se mantiene como la cuarta película más taquillera de 2022 (al momento de la redacción).

Permanece otra complicación para Netflix pues, contrario a Disney, Warner y otros estudios, no tienen en su catálogo una megafranquicia como Marvel o DC Comics que genere interés automático para competir (con la notable excepción, en formato de serie, de Stranger Things, un fenómeno que no han podido repetir). De ahí la necesidad de crear una.

Pero si ese es el objetivo, quizá vaya siendo hora de que Netflix vaya repensando su postura respecto a la distribución en salas. Dada su calidad y poco poder de permanencia, tal vez El hombre gris hubiera sido una candidata poco ideal para experimentar con ello, aunque su elenco podría haber atraído una taquilla nada despreciable. Tal vez sólo sea cosa de trabajar con mejores directores (y con bestsellers con menos de 10 años de antigüedad).

El hombre gris ya está disponible en Netflix. Si quieres saber más de la película, ver el tráiler y encontrar el enlace directo para verla, entra aquí.