Crítica de ‘The Mandalorian’: un emocionante final para una decepcionante temporada 3 Crítica de ‘The Mandalorian’: un emocionante final para una decepcionante temporada 3

Crítica de ‘The Mandalorian’: un emocionante final para una decepcionante temporada 3

Con su octavo y último episodio, la tercera temporada de ‘The Mandalorian’ tiene un cierre espectacular, pero cuyo impacto emocional es diluido por la falta de rumbo

Lalo Ortega   |  
19 abril, 2023 12:32 PM
- Actualizado 25 abril, 2023 3:14 PM

Con el final de la tercera temporada de The Mandalorian, spin-off de Star Wars en Disney+, ahora sí podemos emitir un juicio completo sobre el resultado. Para bien y mal, el octavo y último episodio de esta entrega sólo nos confirma lo que ya veníamos viendo: una narrativa desarticulada y potencial desperdiciado.

El episodio 8 de la temporada 3 desarrolla la batalla climática entre las fuerzas mandalorianas unificadas de Bo-Katan Kryze (Katee Sackhoff) para recuperar su planeta natal, Mandalore, que ha sido ocupado por los remanentes del imperio liderados por Moff Gideon (Giancarlo Esposito).

Nada de sorpresas y mucho espectáculo aquí: el episodio, titulado El retorno (The Return) y dirigido de nuevo por Rick Famuyiwa, se desarrolla tal como podría esperarse de una producción de Star Wars. Duelos de “sables de luz” incluidos.

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Checa nuestra crítica del episodio final, con algunos spoilers, a continuación:

El libro de Bo-Katan

Lo dicho ya hasta el cansancio en críticas de episodios anteriores: así como el primer spin-off de The Mandalorian, El libro de Boba Fett, tenía a Din Djarin (Pedro Pascal) y Grogu como personajes secundarios, lo mismo podría decirse de esta tercera temporada. Lo más sencillo hubiera sido titularla El libro de Bo-Katan y quitarnos de problemas.

The Mandalorian
El episodio final de la temporada 3 nos trae combates aéreos al estilo mandaloriano (Crédito: Lucasfilm)

Porque, en esencia, el episodio 8 pone cierre a la historia que comienza con ella desde el final de la temporada 2 y gira totalmente en torno a ella en la temporada 3. Inevitablemente, su caída y eventual reivindicación como líder de Mandalore nos conduce a la lucha contra el Imperio por recuperar su hogar.

El resultado, visualmente hablando, es espectacular y emocionante –incluso si esos calificativos requieren que perdonemos los deslices de lógica narrativa básica típicos de Star Wars–. Las fuerzas de Bo-Katan y Gideon se enfrentan al más puro estilo mandaloriano, emocionantes combates aéreos que, hasta ahora, sólo habíamos visto en animación. Aunque, en contraposición, resulta decepcionante ver que la franquicia no puede despojarse de un duelo de sables de luz –o armas similares– incluso en ausencia de los Jedi.

Incluso si el desenlace puede verse venir a kilómetros –vamos, esto es Star Wars, y los malos rara vez ganan–, se agradece que el episodio 8 de la temporada 3 no cargue con el “síndrome franquicia” o “marvelitis” que marcó tan evidentemente a varios de sus predecesores. Un estándar muy bajo, pues: incluso con un villano mediocremente escrito (Giancarlo Esposito se va de forma tan rápida y simple como llegó), El retorno se enfoca, ni más ni menos, que en cerrar la historia de Bo-Katan.

Giancarlo Esposito como Moff Gideon en The Mandalorian
No se emocionen mucho: Moff Gideon tiene menos impacto en la historia que un villano de caricatura de sábado por la mañana (Crédito: Lucasfilm)

Su gran problema es uno que los guionistas, Dave Filoni y Jon Favreau, arrastraron durante toda la temporada: una esquizofrenia narrativa respecto a su verdadero protagonista, lo que acaba diluyendo el impacto emocional del desenlace para ambos personajes.

The Mandalorian: las bases para la temporada 4

“¿Quién es el “Mandalorian” del título?” fue una pregunta tan constante como válida durante toda la temporada 3. ¿Esta historia es sobre Bo-Katan o sobre Din Djarin? Con esta última pregunta ya respondida, entonces cabe una más: ¿debería importarnos el protagonista original?

El personaje de Pedro Pascal –ya consagrado aquí como el papá adoptivo definitivo de la ficción televisiva– no fue más que un personaje secundario en su propia historia, un accesorio para los designios de Bo-Katan que, a su vez, tiene su propio accesorio insustancial en Grogu, alias “Baby Yoda”. Filoni y Favreau no supieron qué hacer con ellos después de revertir toda su evolución como personajes en El libro de Boba Fett.

La enorme contradicción es que el guión y la dirección quieren hacer el final de la temporada 3 sobre Din Djarin, y no sobre Bo-Katan, quien ha sido la verdadera protagonista de estos ocho episodios. En un parpadeo, se acaba la celebración por la recuperación de Mandalore y pasamos a lo que sigue para “Mando” y “Baby Yoda”.

En otras palabras: la resolución emotiva para Bo-Katan es cortada de tajo en favor de Din Djarin y Grogu, para quienes no se siente justificada pues, en esencia, pasaron casi toda la temporada “en la banca”.

¿Y dónde terminan ellos? Curiosamente, en el mismo lugar donde comenzaron hace dos temporadas: los dos juntos en Nevarro, viviendo la vida de mercenarios. Para bien y para mal, parece que la cuarta temporada será dos cosas: un retroceso y, a la vez, un regreso a lo básico.

A esperar otros dos años.

Lee las críticas de The Mandalorian por cada episodio:

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