Cómo ser millonario antes que la abuela muera es un drama de Tailandia (seleccionado para representar al país en los Oscar) que aborda profundas diferencias ideológicas, morales y económicas entre generaciones de una misma familia. La historia sigue a un joven holgazán y sin empleo que lleva una complicada relación con su familia. Instado por una prima que recibió la herencia de un familiar al que cuidó en sus últimos días, decide cuidar de su abuela cuando ésta es diagnosticada con cáncer terminal, con la esperanza de recibir algo a cambio cuando muera. Sin embargo, conforme pasan tiempo juntos, comienzan a entenderse y él se ve obligado a reconsiderar sus creencias. Es una película bonita, quizá en exceso melodramática por su uso de la música, pero que brinda importantes exploraciones de las brechas generacionales y reflexiones sobre el abandono de los ancianos.
Thelma: Una abuela en acción bien podría ser la mejor comedia de acción del año, lo que podría parecer una afirmación alucinante si pensamos que la protagoniza la nonagenaria June Squibb (nominada al Oscar por Nebraska). Escrita y dirigida por el actor Josh Margolin en su debut como director, con inspiración en su propia abuela, la película sigue a la protagonista homónima quien, luego de caer en una estafa telefónica, está determinada a recuperar su dinero para reafirmar su independencia como una persona que no necesita ir a un asilo de ancianos. La película recurre a la ironía para filmar situaciones mundanas como si fueran de vida o muerte en una historia de espionaje. Porque de cierto modo, lo son: el director dignifica a sus protagonistas de la tercera edad y, por medio de un ingenioso guiño a Tom Cruise, incluso nos invita a reflexionar sobre las historias que consideramos "interesantes" en el cine. Thelma hace pensar que, en realidad, las historias auténticas son las mejores para disfrutar en el cine (y, sin problema, logra ser una de las mejores películas de 2024).
Esta sencilla es una de las producciones más dulces y tiernas de los últimos tiempos. Se trata de un falso documental que retrata la vida de una pequeña caracola, animada en stop motion, que vive con su abuela en un Airbnb en el mundo real. Marcel (doblado por Jenny Slate) tiene un peculiar modo de llevar su vida, adaptando todas las necesidades diarias para alguien de su tamaño (que es realmente muy pequeño, apenas de 2 centímetros). Su vida cotidiana es retratada por Dean (interpretado por el director del filme, Dean Fleischer Camp), un huésped del Airbnb que toma gran interés en el universo de Marcel, y así comienza a documentarlo y publicarlo en internet, convirtiéndolo instantáneamente en una celebridad. Por sí solo, el concepto de Marcel, el caracol con zapatos (Marcel the Shell with Shoes On) ya es maravilloso y observar a una pequeña caracola ejecutando tareas cotidianas ya es entretenimiento suficiente. Pero detrás de esta historia creativa, la película todavía esconde un enorme corazón. La historia habla sobre familia, pertenencia y la superación de las adversidades, en una narrativa que fluye entre emociones, haciéndonos alternar entre risa y llanto sin ni siquiera darnos cuenta. Película para adultos, niños, para ver en familia, en pareja o solos. Extremadamente simpática, divertida y emotiva, que sin duda agradará a cualquiera.