Una de las favoritas de la noche, Anora, comenzó su noche con el pie derecho, obteniendo el premio a Mejor guión original, de Sean Baker. Pronto se volvería la más premiada de la noche: su segunda y tercera estatuillas fueron por edición y dirección, ambas también para Baker. Mikey Madison dio la sorpresa al superar tanto a Demi Moore como a Fernanda Torres como Mejor actriz. Coronó su noche con el Oscar a Mejor película.
El documental No Other Land, a pesar de no contar con distribución en Estados Unidos (una censura tácita), triunfó como Mejor largometraje documental. Los directores alzaron la voz en favor de una solución política al conflicto entre Palestina e Israel, ante la erradicación en Gaza y desplazamientos forzados en Masafer Yata, objeto del documental.
En una carrera cerradísima con Robot salvaje, la independiente letona de mini-presupuesto, Flow, se alzó sobre Pixar, DreamWorks, Aardman y Memorias de un caracol como el Mejor largometraje de animación de 2025, abriendo nuevos caminos en el mundo de la animación.
Con las polémicas derribando las oportunidades de Emilia Pérez, era inevitable: la brasileña Aún estoy aquí se llevó el Oscar a Mejor película internacional. El director Walter Salles lo dedicó a Eunice Paiva y a las mujeres que la interpretaron: Fernanda Torres y Fernanda Montenegro.
Como se esperaba, Adrien Brody superó a Timothée Chalamet como Mejor actor por El brutalista, coronando una carrera sólida en la carrera de premios. Además, la película obtuvo merecidas estatuillas en las categorías de Mejor fotografía y Mejor banda sonora original.