Crítica de ‘Skinamarink’: el miedo mismo Crítica de ‘Skinamarink’: el miedo mismo

Crítica de ‘Skinamarink’: el miedo mismo

‘Skinamarink’, largometraje debut del director Kyle Edward Ball, no es tanto una película de terror sino sobre el terror

Lalo Ortega   |  
11 mayo, 2023 6:26 PM
- Actualizado 19 mayo, 2023 3:21 PM

Todos podemos recordar la experiencia de haber sido niños, acurrucados en nuestra cama, temerosos en la oscuridad. Ese miedo irracional a la incertidumbre y lo desconocido que llega con el abrazo de las sombras. Los “monstruos debajo de la cama”, como dicen. Skinamarink: el despertar del mal –en cines desde hoy, 11 de mayo–, es una película construida sobre esa experiencia compartida.

Así es, al menos, de acuerdo al director Kyle Edward Ball, fabricante de breves pesadillas visuales en YouTube que dio el salto al cine para recrear una pesadilla que él, y tantos otros, hemos tenido durante la infancia.

“Tenía esta pesadilla cuando era pequeño”, contó Ball a Deadline. “Estaba en casa de mis padres, pero ellos no estaban y había un monstruo. Y muchas personas han compartido ese mismo sueño”, dijo de los usuarios de YouTube que le pedían recrear sus pesadillas en su canal.

Lo anterior bien podría resumir la premisa de Skinamarink, excepto que, en la película, son dos niños que despiertan en medio de la noche. Sus padres no están y todas las ventanas y puertas han desaparecido de la casa. Atrincherados en la sala, lo único que tienen son sus juguetes y viejos videos de caricaturas (es 1995). Extraños incidentes les hacen pensar que les acompaña algo más siniestro.

Skinamarink
Olvídate de la trama: déjate atrapar por el miedo a lo que se oculta en los rincones oscuros (Crédito: Tulip Pictures)

Miedo a la oscuridad

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Ball toma este sencillo argumento y corre con él durante más de hora y media de metraje. Lo que en otro tipo de producción sería como escasa mantequilla esparcida en demasiado pan, aquí es la base para una propuesta experimental que no aspira a la culminación narrativa, sino a la experiencia sensorial.

Skinamarink es, en esencia, la recreación de ese recuerdo que tenemos todos, de abrir los ojos en la oscuridad absoluta y percibir ese miedo primitivo al encontrarnos abandonados y vulnerables. Comenzamos a pensar e imaginar cosas. Puede ser que haya alguien más en la casa. Que ese ruido venga de debajo de la cama. Que esa figura que veo en el armario sea un monstruo pensando en devorarnos.

El director, pues, no narra una historia tanto como crea una atmósfera para atrapar nuestros sentidos en ella. Hay un puñado de personajes y no todos ellos tienen nombres. A la mayoría ni les llegamos a conocer el rostro, y en realidad no importa. Más que la identificación con personas, Ball aspira a hacernos recordar esa sensación, y dirigir nuestras miradas a esos rincones oscuros donde podría –o no– ocultarse un demonio que busca consumir nuestras almas.

En otras palabras, Skinamarink no es una película de terror narrativa con búsqueda de los personajes por alcanzar un objetivo. Es una película sobre el terror, que experimenta con las texturas, distorsiones, sonidos y ángulos inusuales para sumergirnos en una pesadilla perturbadora.

Skinamarink
Los personajes de Skinamarink no importan tanto como la atmósfera (Crédito: Tulip Pictures)

Por su misma naturaleza, creada sobre planos sostenidos de alfombras, paredes, escaleras, televisores y otros “vacíos” visuales; la película puede resultar un poco extenuante por momentos. Sin embargo, también hay que decirlo, es un síntoma que suele ser instigado por las expectativas de una narrativa convencional.

Sin embargo, estamos ante una forma de arte distinta, que nacida del mundo del ambient, creepypastas de internet y videos ASMR de TikTok, se traduce a la pantalla grande. ¿Califica como cine? Yo diría que sí: más sensorialmente pura y cautivadora que cualquier blockbuster de gran presupuesto, Skinamarink tiene un poder indiscutible cuando te sumerges en su pesadilla por vía de una sala de cine.

¿De qué trata Skinamarink?

Checa la sinopsis oficial de la distribuidora Tulip Pictures:

“Una de las pesadillas más populares cobra vida. Dos niños se despiertan en medio de la noche y descubren que su padre no está y todas las ventanas y puertas de su casa han desaparecido. Desde ese momento, la tensión de sentirse abandonados los lleva a permanecer con sus juguetes y dibujos animados en la sala. Poco a poco el entorno comienza a transformarse al punto en el que queda claro que algo los acecha y no tienen dónde esconderse”.

Checa el tráiler de Skinamarink: el despertar del mal

Skinamarink: el despertar del mal ya está en salas de cine. Para saber más sobre la película y comprar boletos, entra aquí.