Crítica: ‘Beau tiene miedo’ se sumerge en tus peores pesadillas con una trama surrealista Crítica: ‘Beau tiene miedo’ se sumerge en tus peores pesadillas con una trama surrealista

Crítica: ‘Beau tiene miedo’ se sumerge en tus peores pesadillas con una trama surrealista

Con ‘Beau tiene miedo’, Ari Aster logra su película más complicada e intrincada, utilizando el surrealismo no para dar miedo, sino para hablar sobre los miedos

Matheus Mans   |  
20 abril, 2023 2:44 PM
- Actualizado 26 abril, 2023 6:30 PM

Te fuiste a la cama y dormiste profundamente. Pero lo que debía ser una noche de sueño placentera se convirtió en algo que a nadie le gusta: pesadillas. Tu mente te juega malas pasadas y tú, inconsciente, no puedes hacer nada al respecto, no puedes moverte ni detenerlas. Estás pasivo, sólo sufriendo tus mayores miedos. Es horrible, ¿verdad? Y ese es exactamente el escenario que nos presenta Beau tiene miedo (Beau is Afraid), que se estrena este jueves 20 de abril en cines.

El punto es que, en realidad, no entiendes todo lo que está sucediendo, pues es como caer en la pesadilla de otra persona. Es imposible comprender todos sus miedos, anhelos y temores. Sin embargo, al mismo tiempo que no entiendes nada, tampoco sabes lo que puede estar a la vuelta de la esquina. “¿De qué más tiene miedo Beau?” me preguntaba en cierto momento. En esta película, el horror no está explícito. El horror es surrealista.

¿De qué trata Beau tiene miedo?

Dirigida por el polémico cineasta Ari Aster (de El legado del diablo y Midsommar), que para su tercera película ya cuenta tanto con fanáticos alucinados como detractores enfurecidos, Beau tiene miedo es exactamente eso: un viaje a través de una pesadilla. Como protagonista de esta travesía, tenemos a Beau (Joaquin Phoenix, de Guasón). Se trata de un hombre que parece ser un fracasado, viviendo su vida adulta en un pequeño apartamento en la peor parte de la ciudad. Parece no tener perspectivas de un mejor futuro.

Joaquin Phoenix en Beau tiene miedo
Joaquin Phoenix parece sufrir junto a su personaje en Beau tiene miedo (Crédito: Diamond Films)

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Sin embargo, las cosas se complican aún más cuando recibe una devastadora noticia y, de repente, tiene que dejar sus miedos de lado (¿literalmente?) para buscar a su madre en una región más rica y lejana. En este viaje, Beau se sumergirá en un mundo donde sus mayores pesadillas cobran vida en un intento de alcanzar su objetivo. Es como ver una versión del Viaje del héroe debilitada y banalizada. Es un hombre paralizado quien lo realiza.

Aster, quien en entrevistas evita dar detalles sobre sus inspiraciones –es uno de esos directores que les gusta desafiar al espectador, incluso si todo se desmorona a su alrededor y nada tiene sentido– destacó en una entrevista con IndieWire cómo muchos de sus miedos están en la pantalla. Por ejemplo, al principio de la película, el psiquiatra de Beau le receta un nuevo medicamento. Lo que debería ser bueno se convierte en paranoia para el personaje.

“Tengo miedo de los medicamentos. Probablemente se deba a las veces que tuve que tomar antibióticos y tuve un ataque de pánico sobre si estoy teniendo efectos secundarios o no. No hago muchas cosas de manera irresponsable. Las cosas pueden salir mal. Todo puede salir mal”, explica el cineasta, mostrando que muchos de sus miedos están presentes en Beau tiene miedo.

¿Beau tiene miedo es una buena película?

A partir de ahí, Beau tiene miedo narra tres actos bien delimitados. En el primero, que parece una mezcla de ¡Madre!, ficción de Kafka y Playtime de Jacques Tati, tenemos acceso a la rutina de Beau. Entendemos cómo es su vida, los problemas bizarros del vecindario. Comprendemos rápidamente cómo Ari Aster creó aquí una sociedad absolutamente enferma, como si todo lo que vivimos en las grandes ciudades estuviera bajo la lupa. Todo es muy peligroso.

Este primer acto, que dura unos 45 minutos, es el más comprensible de toda la narrativa. Es la base del personaje, de su personalidad y cuando Aster se permite hacer muchas bromas y mostrar situaciones divertidas (aunque sufridas) con su personaje. Confieso que reí a carcajadas en algunos momentos, por tan sufrida que es su existencia.

Beau tiene miedo
Un sueño dentro de la pesadilla muestra otras posibilidades para la vida de Beau (Crédito: Diamond Films)

Después, el segundo acto se divide básicamente en dos acontecimientos –que no vamos a detallar aquí para no arruinar la experiencia. Vemos a Beau enfrentando (o mejor, sólo conviviendo) con muchos de sus miedos y, sobre todo, con el control que hay en su vida. Parece que no puede moverse sin ser controlado, como una versión sádica de Truman Show. Aster baja el ritmo e incluso se permite recurrir a la animación, un sueño dentro de la pesadilla.

Por último, Beau tiene miedo se convierte en un gran espectáculo surrealista, en el que nos dividimos entre el horror y el humor, la sorpresa y la desconexión. Los miedos más profundos del protagonista surgen en la pantalla, a veces en tamaños y versiones absolutamente desprovistos de lógica, impactando al espectador. Más que horror, Aster quiere causarnos asco, humor, reflexión: ¿cómo enfrentamos nuestros miedos, traumas, temores, oscuridad desde el otro lado de la pantalla?

Una película para dividir al público

Beau tiene miedo no es una película fácil de ver ni digerir. No sólo por su duración de tres horas, sino también porque no se preocupa en absoluto por tener algún sentido. Es una pesadilla, después de todo. Debe ser extraña, provocativa, surrealista y profunda. Para ello, es necesario aceptar esta propuesta casi indecente y embarcarse en este viaje irregular. Hay momentos en los que la trama parece estar paralizada, como su protagonista. En otros, pisa el acelerador.

Para IndieWire, Aster admitió que esta es su película más difícil. En primer lugar, debido a la ambición presupuestaria: mientras que El legado del diablo (Hereditary) tuvo un presupuesto de 10 millones de dólares (recaudando 82 millones de dólares) y Midsommar tuvo un presupuesto comparable, recaudando 48 millones de dólares, Beau tiene miedo costó 35 millones de dólares. Es la película más cara de la historia de A24, la productora de Todo en todas partes al mismo tiempo, y necesitará alcanzar unos 100 millones de dólares en taquilla para no salir perdiendo.

Además, está toda esta cuestión de una historia que no hace ningún esfuerzo por explicarse. A algunos les encantará, otros la odiarán. En la función para prensa, en el bullicio que se forma a la salida de la sala de cine, algunos dijeron que les encantó, otros se rieron de la pretensión de Ari Aster. En el “mundo real”, en su corrida comercial, las reacciones sin duda serán interesantes. En Twitter, donde se discute acaloradamente sobre cualquier cosa, seguro que habrá hilos dedicados a las intenciones de Aster.

“Como mínimo, estoy muy consciente de la reacción, de las personas que no quieren volver a oír mi nombre”, dijo. “Es la naturaleza de internet, en el que ahora es un momento extraño para ser creativo. Las reacciones son tan inmediatas, tan superficiales de muchas maneras. Tengo momentos en los que me involucro y siempre es una mala idea porque me afecta. Gran parte de trabajar en una nueva obra es hacer mi mejor esfuerzo para separarme de eso y que no afecte mi pensamiento. No sé qué pensará la gente, pero es la película de la que más orgulloso esto”.

Checa el tráiler de Beau tiene miedo:

Beau tiene miedo ya está en salas de cine. Para saber más de la película y comprar boletos, entra aquí.

Publicado originalmente en la edición brasileña de Filmelier News.